viernes, 29 de agosto de 2008

HAMBRE Y TERCER MUNDO


ARTÍCULOS DE OPINIÓN

CORAL BRAVO
18/08/2008

Hambre y Tercer Mundo

He pasado unos días de mis vacaciones de este año –como buena parte de los españoles- descansando en un precioso hotel de una preciosa playa de una preciosa costa; todo perfecto hasta que una tarde vi, en los alrededores del hotel, un apartado donde dejaban los contenedores con la comida del hotel que tiraban todos los días; todos ellos rodeados de gatos; grandes, pequeños, y alguna madre seguida de su prole hambrienta; y todos ellos famélicos y maullando de inquietud al oler la sabrosa y abundantísima comida a la que era un imposible acceder.


Pregunté a un empleado el porqué de no dar de comer a esos animalillos hambrientos simplemente dejando algún contenedor abierto, y me contestó que era una norma de la dirección, y que si alguien se atrevía a hacerlo corría el peligro de ser despedido.


Ante tal espectáculo me indigné seriamente, pero mi indignación creció cuando me enteré (porque seguí indagando) de que todos los días se tiraban, como inservibles, cantidades enormes de comida fresca y de buena calidad, porque todo se reponía a diario. También me enteré de que ni siquiera los empleados podían aprovechar nada de ella.


Esta pauta no es exclusiva de este hotel concreto, suele ser una regla seguida por los reglamentos internos de casi todos los hoteles del mundo. Esta anécdota (aparentemente, sólo aparentemente, insignificante) me llevó a reflexionar sobre algunos hechos que, aunque todos conocemos, no todos nos paramos a menudo a analizar.


¿Quizás este pequeño episodio se puede considerar un símil de lo que ocurre con el hambre en los países pobres?. ¿Cuántos hoteles, restaurantes, mercados existen en lo que llamamos el primer mundo?. ¿Cuántos miles, quizás millones, de toneladas de alimentos se vierten a los contenedores diariamente?. ¿Cuántos miles, quizás millones, de seres humanos no morirían de inanición o dejarían de sufrir los efectos nocivos de la malnutrición si pudieran acceder a los alimentos que los países ricos desaprovechan todos los días?. ¿Resultaría tan caro fletar varios aviones periódicamente que trasladaran esos alimentos a los países donde la gente se muere de hambre?... ¿Qué hacen con el dinero?Porque...¿a dónde van a parar los miles de millones de euros que los Estados de los países ricos reparten anualmente a iglesias y organizaciones varias para fines sociales?, ¿qué hacen con el dinero subvencionado y con los donativos particulares que reciben muchas ONG,s que nos cuentan que lo dedican a ayudar al prójimo hambriento?, ¿a dónde va a parar el 0,7% que se lleva la Iglesia Católica en España del IRPF anual?, ¿será sólo una máscara engañosa el escaparate de ayuda humanitaria que muestran estas organizaciones?


Si de verdad se quisiera...Es más que evidente que, si de verdad se quisiera, se acabaría con el hambre en lo que llamamos “el tercer mundo”. Quizás sea una verdad incuestionable, a la vista de la realidad, lo que muchos pensamos: existe una conspiración tácita entre los grandes lobbys multinacionales, iglesias y grupos de poder para que siempre exista una parte del planeta sometida y hambrienta, que suministra mano de obra gratis y que no obstaculiza la expoliación de sus riquezas naturales ni la explotación indiscriminada de los seres humanos?


Pregunta retóricasDe nuevo, tantas preguntas retóricas (cuya respuesta intuímos) quizás nos sirvan para la reflexión, y para exigir con firmeza a las instituciones soluciones efectivas e inminentes a un problema, a estas alturas intolerable, que debería avergonzarnos a los que creemos que todos los seres humanos, sin excepción, tenemos unos derechos naturales básicos que nada ni nadie deberían vulnerar. Y me viene a la mente una frase, muy oportuna, de un buen amigo: mientras haya un solo ser humano que sufra o muera por hambre, o por no tener acceso a atención médica, debería considerarse delito la acumulación indiscriminada de riqueza. Totalmente de acuerdo.


Coral Bravo es Doctora en filología, máster en psicología, miembro de Europa Laica

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