1. El incidente
Manolada
es una comunidad agrícola en el noroeste de Peloponeso que se conoce
por su considerable cantidad de cultivos de fresas ya que en los campos
que la rodean se produce el 90% de la producción nacional. En esos
campos trabajan alrededor de cinco mil inmigrantes, la mayoría de ellos
indocumentados. Las condiciones laborales y la calidad de vida de los
trabajadores extranjeros son extremadamente inhumanas
En
los últimos siete meses, centenares de inmigrantes sufrían algo más que
la explotación atroz y la carencia de cualquier tipo de higiene en sus
chabolas de cartón y plástico. El dueño de la mayor empresa de
producción de fresas, Vangelatos SA, se negaba a pagar los salarios y con el servicio de capataces armados con escopetas, imponía el silencio (Anexo 1: El patrón de la empresa, Vangelatos, SA).
El
17 de abril del 2013, esa realidad de esclavitud se intento romper con
una manifestación espontánea de unos 200 inmigrantes que pedían sus
salarios por el trabajo realizado y mejoras en las condiciones de vida y
de trabajo. La respuesta del dueño fue ordenar a sus capataces disparar
contra la multitud. 30 personas fueron heridas, 7 de las cuales
resultaron graves (Anexo 2: Imágenes de inmigrantes heridos). En la democracia griega, 25 siglos después, volvieron a sonar las cadenas de la esclavitud humana.
El
incidente que convulsionó y avergonzó la sociedad griega no fue el
primer caso de explotación extrema o violencia racista, producido por
los dueños y los capataces de los cultivos de Manolada.
Hace
5 años, el 18 de abril del 2008, se había organizado una huelga por
1500 inmigrantes que pedían, igual que ahora, los sueldos que ya habían
ganado y mejores condiciones de vida y de trabajo. La respuesta de la
patronal fue un poco diferente. Esa vez habían pagado unos 60 matones y
les mandaron a dispersar la concentración con palos y piedras. Los
dueños tenían las escopetas a mano y disparaban al aire. La violencia
ejercida fue extrema y no se restringió solamente a los trabajadores
extranjeros sino la sufrieron también los periodistas que intentaban
cubrir los acontecimientos. Los dueños de los cultivos, junto con la
ayuda de la policía consiguieron romper la huelga y obligaron a los
trabajadores volver a sus puestos.
En
2009 dos jóvenes griegos atacaron a dos inmigrantes de Bangladesh
porque les acusaban de haber robado unos animales. Para castigarles les
ataron a una moto y les arrastraron en las calles céntricas de Manolada. La policía llegó y detuvo los dos griegos por la violencia ejercida y los dos inmigrantes por el supuesto robo.
En abril de 2011, Manolada
salía de nuevo en las noticias porque se había descubierto una red de
trata de esclavos que tenia 10 trabajadores de Rumania bajo constante
amenaza de armas, obligándoles a trabajar en condiciones de miseria
absoluta, recogiendo fresas. Cuando los capacetes consideraban que los
trabajadores no se esforzaban suficientemente les pegaban y disparaban
al aire para aterrorizarles.
Por último, en agosto de 2012, un trabajador Egipcio sufrió torturas porque se había quejado al patrón de la empresa Vangelatos
SA, por negarle sus sueldos. Los matones (los mismos que dispararon
contra los inmigrantes en el incidente actual) le ataron a un coche y le
arrastraron por las calles de Manolada, rompiéndole finalmente su mano. Nunca fueron detenidos.
El florecimiento económico de la zona se debe a una explotación bárbara e inhumana. Los inmigrantes están
obligados a dormir en tarimas de madera, no tienen agua corriente
potable, ni servicios sanitarios. El pozo improvisado con agua residual
se utiliza para la higiene personal, para beber y para cocinar. Los
dueños de los cultivos les obligan a pagar una cantidad como alquiler y a
la vez les niegan el pago de sus sueldos. Les pagan lo mínimo para
poder comprar la comida de cada día. A cualquier forma de protesta e
intento de exigir los derechos humanos fundamentales, los dueños
responden con violencia extrema, utilizando los matones, la policía, o
ambos (Anexo 2: Imágenes de condiciones de vida de los inmigrantes).
Inevitablemente,
llegó el momento que la miseria tocó fondo, los trabajadores ya no
estaban dispuestos a vivir como esclavos y decidieron levantarse. El
patrón más poderoso de Manolada
y sus capataces, ante esa determinación, decidieron disparar contra la
multitud. Esta vez la magnitud del crimen no fue posible esconderse tras
la capa del supuesto desarrollo económico de las fresas griegas. El
patrón y sus matones traspasaron la línea roja.
Sin
lugar a duda, el dueño que ordenó los disparos y sus capataces que los
llevaron a cabo, disfrutaban de la complicidad de los demás
terratenientes griegos y de las instituciones estatales locales. Por
otra parte, la policía griega, según los testimonios oficiales de
parlamentarios de los partidos de la oposición, se presentó al hospital y
detuvo a inmigrantes que no estaban gravemente heridos para iniciar su
proceso de deportación. A raíz de eso hubo una gran movilización y por
el momento dicho proceso se ha paralizado.
2. La cuestión de la inmigración en Grecia
La
gran mayoría de los 200 inmigrantes que se vieron involucrados en el
incidente provienen de Bangladesh y Pakistán. En los 5 mil inmigrantes
que viven y trabajan en Manolada
hay de manera minoritaria colectivos de países europeos como Bulgaria y
Rumania o bien Albania. Sin embargo, la gran mayoría de esas personas
son asiáticos que están sin documentos de residencia/trabajo y afrontan
cualquier momento el proceso de deportación. Esta realidad les
convierten en mano de obra barata, personas sin derechos y muy
frecuentemente victimas de explotación laborar extrema.
Sería
conveniente decir dos palabras en cuanto al fenómeno de la inmigración
en Grecia, algo que nos ayudaría a entender mejor las circunstancias que
caracterizan todos esos incidentes atroces e inhumanos que se han
descrito a lo largo de este escrito.
A
partir de mediados de los años 80 empiezan a surgir las primeras olas
importantes de inmigración. Hasta ese momento la sociedad griega conocía
en profundidad el fenómeno de la emigración ya que generaciones enteras
de autóctonos tuvieron que abandonar el país en búsqueda de una vida
mejor. En los 90, tras la caída de la Unión Soviética y la guerra de los
Balcanes, el número de las personas extranjeras que decide instalarse
en Grecia aumenta significativamente. Desde ese momento muchos
inmigrantes tuvieron que vivir en condiciones miserables ya que no
existían las infraestructuras y los servicios públicos necesarios para
cubrir sus necesidades, realidad que creaba las circunstancias ideales
para el aumento de actos y comportamientos delictivos. La cronología más
decisiva fue el 2003, año que la Unión Europea decidió firmar la
Regulación de Dublín II.
Este
acuerdo prácticamente exige al país europeo donde llega por primera vez
un inmigrante a procesarle el asilo, a regularizar su permiso de
residencia o a deportarle. En este sentido, si el inmigrante consigue
salir ilegalmente del país de entrada y es detenido posteriormente en
cualquier otro país de la unión, le devuelve al país inicial.
Actualmente
Grecia es la puerta de acceso más importante para los refugiados e
inmigrantes que provienen de los Balcanes, el Oriente Medio y Asia. Las
instituciones responsables de la inmigración están prácticamente
colapsadas. Centenares de miles de personas entran en Grecia con el
deseo de seguir hasta los países del norte de Europa, y quedan atrapadas
en una sociedad que experimenta la crisis sociopolítica más violenta de
su historia reciente. Es esta crisis sociopolítica que ha llevado al
parlamento un partido neonazi, cuyos líderes y seguidores han
participado y participan en decenas de ataques contra los inmigrantes y
en ocasiones, han provocado incluso la muerte de la persona atacada.
En
líneas generales se podía argumentar que la sociedad griega esta
experimentando las condiciones de una guerra social no declarada. Buena
parte de la población autóctona ante esa situación expresa sus reflejos
más conservadores y muestra una actitud de tolerancia ante incidentes
como los ocurridos en Manolada.
Para esa -desafortunadamente grande- minoría de la población griega, la
inmigración es parte del problema y el inmigrante el chivo expiatorio.
3. Cierre y conclusiones
Los
días siguientes, diferentes organizaciones de derechos humanos se
presentaron en el lugar donde sucedió el incidente para ser testigos de
las circunstancias de vida y de trabajo de los trabajadores
extranjeros.
Amnistía Internacional observó: “un
auténtico miedo y el constante peligro que sufren los recolectores de
fresas, que aún no se han recuperado del violento ataque”
la portavoz de la organización comentó que estos trabajadores están
desesperados por no recibir su salario y no poder mantener a sus
familias. Subrayó que: “La triste realidad es que muchos de ellos se ven atrapados, y sienten que no tienen más opción que seguir trabajando allí”.
El
estado griego no se puede considerar ni civilizado ni democrático. El
intento de deportación de algunos de los trabajadores extranjeros
implicados, es un acto perverso propio de un régimen totalitario e
inhumano.
Cada
vez se juntan más voces que hablan abiertamente de un estado
dictatorial. En este último año se ha producido una serie de incidentes
que componen el perfil repugnante del gobierno más violento desde la
caída de la dictadura de los coroneles (julio de 1974).
En los últimos 12 meses:
- Prostitutas portadores de VIH fueron objeto de escarnio tras la orden del ministro de Salud, supuestamente para tratar la amenaza del Sida. Se creó una alarma social mientras los canales de televisión transmitían sus datos personales (foto, nombre, apellido, etc.)1
- 15 luchadores antifascistas fueron torturados en la comisaría general de Atenas. Los policías llegaron incluso a usar descargas eléctricas.2
- 4 anarquistas, miembros de una organización armada, fueron torturados tras su intentó de robar un banco. La policía intentó borrar las marcas de la tortura con PhotoShop, y dio sus fotos en los medios de comunicación pidiendo, a la ciudadanía, colaboración. 3
- El partido neonazi por la mañana reparte comida y por la noche organiza cazas de inmigrantes, refugiados y luchadores sociales. Hay decenas de casos de heridos graves y dos casos de asesinato. El gobierno radicaliza su discurso y sus prácticas para ganar el “voto fascista”. 4
- El doble desalojo de Villa Amalias (probablemente la casa-ocupada más antigua de Atenas-llevaba más de 20 años) lo hicieron policías del cuerpo antiterrorista en una orgía de represión.5
- El gobierno ha iniciado la venta de los recursos naturales del país. Por una ridícula cantidad de dinero se cedió a la multinacional canadiense EL DORADO GOLD un gran territorio forestal para la explotación de los yacimientos de oro. El pueblo de Halkidiki (norte de Grecia) lucha con toda su fuerza para frenar la destrucción de la naturaleza. La policía lleva la violencia en las comunidades que resisten y secuestra sindicalistas, invade en casas sin orden judicial, tira gases lacrimógenos –mientras los niños están- en la escuela, etc. 6
- En dos ocasiones, el primer ministro ha movilizado los trabajadores (movilización civil) para romper sus huelgas. Sindicalistas fueron detenidos.7
- Vaxevanis, un periodista de la prensa libre, publicó los datos de las personas implicadas en el escándalo económico de las cuentas bancarias en Suiza (Lista Lagard). El gobierno ordenó su captura, la cual se llevo a cabo en medio de la indignación popular. Vaxevanis había sufrido el año pasado un intento de asesinato. Hace pocos días publicó datos y testimonios que relacionan ese intento con los servicios secretos del país.8
- El gobierno ha ordenado la censura de los medios alternativos más importantes (Athens Indymedia y radio 98fm). Medios que siguen de pie por el enorme esfuerzo de las personas que los gestionan y por los actos de solidaridad, dentro y fuera de Grecia.9
Fuentes:
- La humillación mediática de prostitutas con VIH.
- Testimonios de los 15 antifascistas torturados
- Las torturas de los 4 anarquistas de Velvento
- Violencia nazi
- La desalojo de Villa Amilias
- La lucha del pueblo de Halkidiki contra GOLD
- Huelgas reprimidas
- El caso de Vaxevanis
- La censura de Athens Indymedia y radio 98fm
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