LA ESPAÑA QUE ORA Y EMBISTE

“Esa España inferior que ora y embiste”

Los herederos de quienes no fueron a Munich en 1962 a denunciar la dictadura ahora descubren Europa para atacar al Gobierno democrático

Esta derecha montaraz acaba de descubrir Europa con casi cincuenta años de retraso. Los herederos -sociológicos y políticos- de aquellos que ni estuvieron ni se les esperaba en Munich [y que luego cargaron brutalmente contra el llamado Contubernio de Munich y contra los participantes españoles en aquellos lejanos días de junio de 1962], ahora han descubierto Europa.

A la España que gritaba -en favor del traidor Fernando VII- “¡Vivan las caenas!” la describió así, un siglo después, don Antonio Machado: “La España de charanga y pandereta/cerrado y sacristía/devota de Frascuelo y de María (...)/ Esa España inferior que ora y bosteza/ vieja y tahur, zaragatana y triste/ Esa España inferior que ora y embiste”.

Todos ellos, clandestinos
A la reunión de Munich, auspiciada por el Consejo Federal del Movimiento Europeo, acudieron representantes de los partidos democráticos –todos ellos clandestinos en el régimen de Franco-, desde monárquicos liberales cercanos a don Juan de Borbón a los socialistas de Rodolfo Llopis. Estuvieron también democristianos de la talla de José María Gil Robles o el ex falangista honesto Dionisio Ridruejo. Había asimismo gentes del nacionalismo catalán y vasco. Presidió la asamblea Salvador de Madariaga. Fue una convocatoria de la que se excluyó al PCE y, a pesar de tan significativa ausencia, el aparato propagandístico de la dictadura convirtió Munich en un infierno.

Más leña al fuego
Manuel Fraga Iribarne que, en la transición, fundó Alianza Popular –luego Partido Popular- fue nombrado por el Caudillo, poco después de lo de Munich, ministro de Información y Turismo. Echó Fraga más leña al fuego de la demonización de quienes intentaban que España dejara de ser diferente y pasara simplemente a ser un país más de la Europa democrática. Como recordaba mi buen amigo Carlos Bru, notario, secretario general del Consejo Federal del Movimiento Europeo y socialista, en un artículo publicado en El País, en julio de 1982, Fraga llegó a decir en la prensa internacional que los “confinados y exiliados” a raíz del encuentro de Munich habían tenido suerte, pues se habían librado de las ¡¡¡“justas iras del pueblo español”!!!

De dedo a dedo
El dedo de Franco hizo ministro a Fraga. Y, poco antes de morir, el dedo del dictador lo hizo embajador de España en Londres. El dedo de Carlos Arias Navarro, presidente del Gobierno designado a dedo por el Generalísimo, lo hizo ministro de la Gobernación. Montó Fraga AP -secundado por ex ministros y altos cargos de la dictadura- y su dedo llevó a José María Aznar a la presidencia del PP. Y el dedo de Aznar nombró en 2003 a su sustituto, Mariano Rajoy.

En teoría, el más moderado
Pues bien, el PP de Rajoy –que en teoría es el más moderado de todos ellos- parece decidido, y así lo ha anunciado Esteban González Pons, uno de los portavoces autorizados de los populares, a denunciar en el ámbito de la Unión Europea la situación de España como consecuencia del caso Gürtel. En España, la derecha no ha arremetido contra los presuntos delincuentes que vienen merodeando –desde hace años- en el interior del PP y en cambio sí ha arremetido contra jueces, fiscales y periodistas, y contra el Gobierno, al que acusa de ir configurando un Estado policial propiciando, por consiguiente, el fin de la democracia. La cúpula conservadora quiere, en la actualidad, exportar sus mentiras y vilezas a Europa. Está Rajoy con el agua al cuello, acechado por la acumulación de episodios de carácter corrupto -aunque él no se haya pringado- y da palos de ciego y de lo que más convenga.

Así son estos patriotas
Los hijos, sobrinos o nietos de los que no fueron a Munich y que asistieron impávidos a la represión franquista contra los que sí fueron, pretenden montar su Munich particular. La derechona llega siempre tarde y mal. Y como señaló Machado, además “embiste”. Embistió contra la II República. Embistió contra los demócratas de Munich. Embiste contra el Gobierno actual. Embiste siempre para salvar sus intereses. En esta oportunidad, para salvar a los corruptos y salvarse políticamente ellos. Así son estos patriotas. No les importa España en su proyección europea ni poco ni mucho. Utilizan a España como pretexto.


Enric Sopena es director de El Plural