COMENTARIO

Evo no estaba en peligro, ha ganado las elecciones, aunque todos tuvimos miedo, no pensamos que el apoyo de su pueblo iba a faltarle, pero los ataques conjugados del capitalismo internacional, que no puede soportar que uno de sus vasallos les salga respondón. Son muy fuertes, el artículo de Michel Colon explica estos hechos con gran claridad, hechos que no se leerán en la prensa sometida a los intereses imperialistas.

Una de las criticas de la parte de los adversarios de Evo es la de que favorece demasiado a los indios, asombroso, estos indios son los propietarios de un país que ha sido sometido a la mas cruel explotación en favor de los que ahora encuentran que se les favorece. Miserables y hambrientos, viven como extranjeros en su propio país.

En el país que llaman España sigue celebrándose cada año, el 12 de octubre, el mayor genocidio de la historia, las tres carabelas del descubrimiento debieron llamarse Crueldad, Horror y Muerte, porque eso es lo que llevaron a unas tierras donde nadie les esperaba.

Este genocidio tuvo como auxiliar indispensable la Iglesia Católica, encargada de destruir la cultura y la religión de estos pueblos que no podían comprender la crueldad de que eran capaces, Europa estaba lejos y el humo de las hogueras en las que morían las victimas que ofrecían a su dios, no llegaban hasta sus tierras, no oían los gritos de los que se quemaba vivos.

Han pasado siglos pero la Iglesia no ha cambiado, sigue siendo el peor adversario de los que desean la liberación de los pueblos que ellos hicieron esclavos, en Bolivia, en Venezuela luchan contra los que desean el bienestar de todos para apoyar a los que desean medrar a costa del sufrimiento de muchos, como hicieron en Argentina, apoyando a la siniestra junta, como hicieron en Chile, Pinochet fue hijo predilecto de esa secta.

Los propietarios de las tierras americanas, sometidos por la fuerza durante siglos a la servidumbre, no se dan cuenta de la maldad de los les predican sumisión a cambio de una hipotética vida mejor en un mas allá. Para alcanzar la libertad deberán abrir los ojos y comprender cuales son sus enemigos, y para ello no tendrán más que mirar hacia las iglesias.

Milagros Riera