El fallecido cardenal Paul Marcinkus dirigió el Banco Vaticano hasta 1989
El "banquero de Dios” vuelve a ser relacionado con la mafia como inductor de un secuestro en Italia
ELPLURAL.COM/EFE
Una testigo ha señalado al fallecido arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, responsable del Banco Vaticano y conocido con el sobrenombre del “banquero de Dios”, como el inductor de un famoso secuestro en Italia, el de Emanuela Orlandi, raptada en 1983. Los servicios de inteligencia italianos ya vincularon a Marcinkus con las llamadas de los raptores tras el secuestro. Su gestión al frente de la banca papal estuvo marcada por el escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano, un asunto que salpicó a Juan Pablo II y en el que aparecen elementos como la mafia italiana, secuestros, homicidios y hasta masones.
Una testigo, Sabrina Minardi, ha implicado a Marcinkus, director del Instituto para las Obras Religiosas (el IOR, más conocido como el Banco Vaticano), con la crónica negra de Italia. Minardi fue la ex amante de Enrico de Pedis, alias Renatino, jefe de la Banda de la Magliana, uno de los grupos de delincuentes más criminales que hubo en los años ochenta y al que se ha atribuido el secuestro de Orlandi.
Desaparecida hace 25 años “Emanuela Orlandi fue raptada por orden de monseñor Marcinkus... Después de estar secuestrada en un apartamento en el centro de Roma fue asesinada y su cuerpo, introducido en un saco, fue tirado a una hormigonera”, ha declarado la testigo, según la versión de su testimonio publicada por el diario La Repubblica.
Orlandi era hija de un empleado del Vaticano, estudiaba música y desapareció el 22 de junio de 1983, hace ahora veinticinco años. Mensaje de advertencia Según Minardi, que hizo esas declaraciones en marzo pasado a los fiscales encargados de la investigación, el objetivo del secuestro era dar un mensaje a los superiores de Marcinkus, quizá incluso al Papa Juan Pablo II, que empezaba a cuestionar al arzobispo tras la quiebra del Banco Ambrosiano, del que era accionista el Banco Vaticano.
“El americano”
Tras el secuestro de Orlani, la familia recibió varias llamadas que se consideraron auténticas y relacionadas con el caso, entre ellas la de un personaje bautizado como "el americano" por el fuerte acento extranjero que mostraba en sus conversaciones. El entonces subdirector de los Servicios Secretos Civiles (SISDE) italianos, Vincenzo Parisi, escribió un documento que permaneció clasificado hasta 1995 y en el que identificó a Marcinkus como "el americano".
Dudas sobre el testimonio
En esas llamadas se exigió la puesta en libertad de Ali Agca, el ciudadano turco condenado por disparar contra Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro, a cambio de la liberación de Orlandi. Sin embargo, las conversaciones se interrumpieron sin que se supiera nada más de la adolescente.
La familia de Orlandi cuestiona las declaraciones de Minardi, que vive en una comunidad para tóxicodependientes, ya que aseguran que no aporta pruebas. Asesinado y enterrado en una Basílica Los principales personajes de la historia están además muertos, tanto Marcinkus como Enrico de Pedis, el novio de Minardi.
Este último fue asesinado por dos sicarios y enterrado en el interior de la Basílica de San Apollinare, de la que fue "un gran benefactor", según declaraciones de su rector. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se ha declarado "sorprendido" por la forma "amplísima divulgación periodística de informaciones bajo secreto, no contrastadas y procedente de un testimonio de valor extrañamente dudoso".
Muchas interrogantes
Marcinkus quedó marcado por el escándalo del Banco Ambrosiano –participado mayoritariamente por el Vaticano- cuyo presidente, Roberto Calvi, dejó un agujero de 1.400 millones de dólares. Calvi apareció muerto en Londres en 1982 en lo que la justicia británica consideró un suicidio, aunque Italia Fiscalía italiana inició en 2005 un proceso por homicidio contra cuatro personas vinculadas a la mafia. La tesis de los fiscales es que Calvi blanqueaba dinero en la entidad que presidía y se le asesinó como “castigo por haberse apropiado de notables cantidades de dinero pertenecientes a organizaciones criminales y para impedir que pudiera chantajear a referentes político-institucionales, de la masonería de la Logia P2 y del Instituto para las Obras religiosas.
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1 comentario:
El verdaderamente apodado “Banquero de Dios”, no era Monseñor Paul Marcinkus, sino el Director del Banco Ambrosiano Roberto Calvi, quien apareció en junio de 1982 colgando de un andamio en el puente Blackfriars de Londres con las bolsas de su abrigo llenas de ladrillos y diez mil dólares en efectivo.
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