LA GUERRA NO DECLARADA CONTRA LAS MUJERES Y LAS NIÑAS DEL MUNDO

La guerra “no declarada” contra las mujeres y las niñas del mundo entero.

El “The Economist” publicó hace años, que cada periodo de dos a cuatro años, el mundo apartaba la vista del recuento de víctimas tan grande o más que el holocausto de Hitler. 

Dentro de unos días, será 25 de Noviembre, día Internacional de Lucha contra el Terrorismo machista, y una vez más este día vendrá revestido de más sangre, hipocresía y vacío de contenidos y verdaderas intenciones de acabar con él.

   Para muchas de nosotras, será como un vómito negro de hiel y espanto, repetido y contumaz que apenas hace remover las conciencias de unos ciudadanos/as alienados, idiotizados y envergados por la vulgaridad, la indiferencia e individualismo.

Espoleados todos nosotros por una catarata de mensajes llenos de hipocresía y engaño y que no es otro diferente al de que durante siglos vienen rezumando los mandatos  e intereses de la clase privilegiada de la gran burguesía.

   En este día, organismos centrales y autonómicos, muchos personajes de la política y la cultura, junto a asociaciones de mujeres bien intencionadas, saldrán a la calle arropados por una gran comparsa de plañideras y plañideros entonando la cantinela tantas veces repetida y que yo me atrevo a decir que no es tan ingenua y bien intencionada como inútil y engañosa resulta.

Pedirán al estado prevención y protección para las víctimas de la “violencia de género”.

   En lo que va de año aquí en este país ya se han producido más de 50 asesinatos de mujeres víctimas de sus parejas o ex parejas y 34 niños y niñas también asesinados por sus padres, cifras que de aquí a finales de año por desgracia no habrán dejado de crecer.

 Hace un año, la “Organización Mundial de la Salud” publicó unos datos escalofriantes:

 

   “Existen en el mundo entre ciento trece 113 y  200 millones  de mujeres desaparecidas demográficamente o sea que han nacido pero que ahora no se sabe dónde están. Cada año entre un millón y medio y tres millones de mujeres y niñas pierden la vida como consecuencia de la violencia o abandono por razón de sexo; seis mil niñas al día sufren la ablación de clítoris, alrededor de seiscientas mil mujeres mueren cada año al dar a luz, otras cuarenta y siete mil más mueren todos los años como consecuencia de abortos inseguros y en malas condiciones de insalubridad.

  

En la India el infanticidio es 43% mayor entre las niñas que en los niños y una mujer es violada cada 21 minutos.

  

En Europa otro estudio realizado por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UNIÓN, certificó que en el último año, trece  Millones de mujeres sufrieron violencia física en los 28 estados miembros. 3,7 millones fueron víctimas de ACOSO. A lo largo de su vida 26 millones de europeas, es decir UNA de cada TRES ha sufrido violencia física o sexual. La encuesta se ha hecho a partir de los 15 años, así pues queda fuera la violencia sufrida por las niñas menores de esa edad.

 

El feminicidio prenatal, la violencia, la prostitución forzosa, el asesinato por la dote y la negación al acceso de los servicios más importantes como son la vivienda, la sanidad y la educación etc. Son endémicos en diferentes países del Mundo”….

                Y es que, las mujeres nunca vamos a llegar a conquistar la igualdad, la justicia y la libertad desde dentro de un sistema capitalista y patriarcal, hecho por el hombre y para hombre, desde una ideología burguesa  de dominio y avasallamiento.

 

 Cada nuevo día, puede ser el último para miles y miles de mujeres en el mundo. Inermes, desamparadas y acorraladas por un sistema que cada vez las agrede y fustiga más con sus dictados, imposiciones y normas. Por lo que desde un continente a otro el escarnio y atropello hacia la integridad física y moral de la mujer se hace cada vez más patente y agresivo.

Aquí en occidente las dictaduras de la moda convierte el cuerpo de la mujer en un escaparate al servicio de los espurios y canallescos intereses de los grandes imperios de la confección, diseño y del calzado. Yo pregunto ¿qué diferencia hay entre una mujer occidental que va por la vida con falda de tubo con la que apenas puede andar sobre unos zapatos de 15 centímetros de tacón, porque la tiranía de la moda unida a la cultura patriarcal y milenaria que convierte a la mujer en el objeto exclusivo para uso, y disfrute del hombre y para el hombre,  y otra oriental con velo, obedeciendo a los dictados oscurantistas y dictatoriales de su religión? Ni la una ni la otra es libre, autónoma e independiente.

Todas somos esclavas del mismo orden mundial.

   Que nadie nos engañe, aquí en España el gobierno del PP, no va solucionar nada, sino que al contrario, cada día ha ido recortando más fondos destinados a la protección y prevención de la violencia machista, además de convertir en ceniza todos los derechos que se habían conquistado con mucho esfuerzo, lucha y sacrificio a lo largo de décadas. 

El estado capitalista e imperialista, lleva, y llevará en su seno el germen de la discriminación, aplastamiento y explotación de las mujeres, y cuando estas han querido rebelarse en algún momento de la historia no ha dudado en masacrarlas y quemarlas vivas, siempre contando con el amparo, complicidad y ayuda de las diferentes religiones, sobre todo las monoteístas (Véase, la católica, la hebrea y la musulmana).

  

Cuando una mujer es quemada viva, acuchillada, violada, lapidada, azotada o mutilada, siempre se repiten dos sentimientos en el hombre paralelos e igual de viejos y atávicos, y que se vienen repitiendo a lo largo de los siglos: uno es que lo hace por mandato divino, y el segundo, quizá mucho más grande que el primero, que es el deseo  de dominación y sometimiento de la mujer. Me enrabia enormemente escuchar siempre, que sucede un hecho tan espeluznante como es el asesinato de una mujer o unos niños por parte de la pareja o el padre, qué siempre se repita como si de un mantra se tratase la palabra (lacra). Con lo fácil que es llamar a las cosas por su nombre: feminicidio, genocidio  o infanticidio que también puede aplicarse cuando de muerte de niños se trata.

   La ideología machista y patriarcal nunca se podrá erradicar des dentro del sistema burgués y capitalista, ya que desde sus orígenes éste se ha valido de la violencia y opresión sobre la mujer, haciéndola más moldeable y sumisa al servicio de los interés bastardos y criminales de las clases dominantes y de las diferentes iglesias o religiones.

  ¿Por qué no nos paramos a pensar, que cuando un niño varón viene al mundo, NO nace con más predisposición genética que lo haga más o menos violento que una niña?. Lo que pasa es que cuando una criatura humana viene al mundo, de lo primero que tiene conciencia es de la violencia ejercida a través de las guerras y de todas las pandemias que estas originan, el expolio, el genocidio y exterminio de pueblos y naciones enteras, de los malos tratos infligidos a otras criaturas de la naturaleza, de las hambrunas y mortandades propiciadas por la avaricia, la codicia, y ruindad propios del sistema burgués y desgraciadamente, es el hombre al que el sistema en sus orígenes designó como único protagonista, y por ello referente con el que Identificarse.

Por tanto, es éste sistema el que forma al niño para que sea violento.

 Sin la derrota de este sistema va a ser imposible que la mujer alcance su total liberación.  Si la mujer como sujeto, doble o triplemente explotado no toma conciencia de este hecho y de que sólo con la unión, y no por sí sola, de hombres y mujeres de la clase trabajadora, explotada y oprimida, dispuestos a luchar hasta el final del capitalismo y el imperialismo, no podrá esperar el comienzo del fin de sus tormentos.

Solo desde la concienciación y la lucha, y no a través de subterfugios y componendas, será posible la igualdad entre hombres y mujeres, entre pueblos y naciones, sin exclusiones, sin marginaciones, sin fronteras ni injusticias,  hasta conseguir un planeta más justo, igualitario, pacifico, transparente y limpio.

   

Francisca Lorenzo Rodríguez.