miércoles, 26 de noviembre de 2014

LA HONRA DESAHUCIADA





LA HONRA  DESAHUCIADA

Allí, en Vallecas, tita mía y ¡ay!
Hay una vieja bordando
Con un desahucio bancario
Que le jode las espaldas
Como un novio asesino
Con orden de alejamiento
Que por seis mil putos euros
Rodeados de espinas
Traspasa sus sienes divinas.

Aunque llora la mujer
Más que las cinco llagas
Que dicen .los falsos curas
Traspasaron a Jesús el Cristo
Sola y desgraciada quedará
Por la gracia de una ley de panceta
De esta afrentosa España
De Banca filicida
Matadora de sus propios hijos
Con Euros en calderilla.

Ya en sus tristes tardes
Despierta porque no dormía
Veía en su baraja de naipes
Que la peor afrenta le venía
Por culpa del As de Oros
Y el Rey que pena afrentosa traía
Más que toda la pasión
En botas de maderos
Y sienes de pezuña fría
En manada de animales cruzados
Enviados con el grito
“A por ella”

-¿Quién habita en esta casa
Que tanta penita tiene?
-Una mujer que por el banco
Va a ser en breve desahuciada-
Y la culpa la tiene
La criminal Orden que la aguarda
Rodeada de maderos
Para correrla avergonzada
De su propia casa, a ella
Esta mujer piadosa
Que con su pañuelo blanco
Limpia su hermosa cara.
Y llora.

Que le han robado su honra
Su vida y su corazón
Y el dios en que ella poco creía
Le han derribado como a Hussein
En su estatua de Bagdad
Y ¡ay! qué pena que me da
Alegrándose el crimen organizado
De mandar a la abuela
Adonde la Condesa de Olivares
A hacer puñetas.

Aunque las gentes digan:
“Pobre anciana desahuciada”
Después de años de trabajo
De lucha y  de penas
Por sacar adelante su casa
Tan sólo le da penita al Club
De fútbol “Rayo Vallecano”
Que responde a la anciana en horas:
“que ellos la ayudarán”
Que la religión de dios no existe
Tan sólo la de la Banca y los Asnos
Pues ellos tienen el As del desahucio
Y toda la soldadesca de la pasión
A su ordeño y mando.

Al grito de “!salga de ahí, mujer!”
Y no se le ocurra replicarnos
Que la patada o el porrazo
No queremos en su sangre mancharlo
Pues los clavos fondosos de Cristo
Son cosquillas en el cogote
Comparado con nuestros mamporrazos
Que matarán sus ilusiones
A la orillita del barrio.

Y ¡ay!, escuchemos al señor de  Logroño
Quien, desde su decapitada cabeza
Al tirarse a la vía del tren
Poco después del desahucio
Grita: “que desahucien los palacios
Que la Moncloa desahucien
Que todos los desahuciados
Recobren sus casas robadas
Y que los poderosos y banqueros
Si quieren, se suiciden
Pues los ángeles os voltearán
Y los demonios os llevarán
A las tumbas de vuestros padres
Como a mí, malditos!
Que me voy en tren asqueado
Porque la muerte me aguarda
Y a ella no la desahuciáis
Porque no podéis aunque quisierais
Robarla
Que dios y el pueblo
Os lo agradecerán
Y en cuenta os lo tendrán.

-Daniel de Cullá

No hay comentarios: