ARREGLO FLORAL PARA ESTE 14 DE ABRIL
-
Tu, al Bajo Llobregat o al Alto
Aragón; yo, de Viznar, Granada a Atapuerca, Burgos
Me voy con tres
compañeros camaradas a recorrer la ruta que le hicieron a García Lorca al
desaparecer sus huesos de Viznar a Atapuerca en un anhelo de leer y releer sus libros,
y encontrarnos con él siempre nuevo, el Lorca joven que nos rejuvenece y nos
retrotrae al tiempo en el que también nosotros publicamos el primer libro de versos asustados de recibir la carta
autorizando o el comentario impreso de censura. La Historia no se repite, se
repiten los mismos cerebros de cemento; eso
sí, los ríos siguen corriendo por el
mismo cauce, más llevando en sus aguas
la sangre de nuestros republicanos muertos.
En el viaje no
vemos ni patos ni pájaros sumergiéndose desaprensivos en los ríos o lagos, ni
navegando con soltura ajenos a las vicisitudes del tiempo. Hoy estos “pájaros”
se han hecho mayores, se han hecho políticos grajos simbolizados en los escaños
retorcidos y las aristas de los estrados en campo de calabazas y nabos.
-Mirad, amigos, ¡ la Alhambra¡, les digo, admirado; y
prosigo:
La
Alhambra:
Flor
caída
Retornando a su rama islámica.
Llegamos a
Viznar que nos dice al oído: - “Oye, que fue aquí el crimen, el crimen fue en
Granada. –“ En Granada, como en toda España”, respondimos.
Colocamos un
ramo tricolor junto a un muro, que nos indicó un anarquista granadino y leemos en
voz alta el poema de Antonio Machado “El Crimen fue en Granada”, en la muerte
de García Lorca.
De verdad que sentimos el plomo en las entrañas y vimos el ramo tricolor sangrando en sus rojos pétalos.
Pasadas unas
cuantas horas, nos volvimos para Burgos, no sin antes comprar unos bocadillos
preparados con primor por una bellísima
berebere empleada de una tienda de comestibles, y que empezamos a morder
en el coche una vez saliendo de Granada.
Nos paramos en Despeñaperros y no haciendo caso del
insulso diálogo que llevaban los compañeros, les hice callar y les convertí en
mero capricho de mis versos:
Veo
los huesos de García Lorca
Sobre
la Luna.
Mirad,
¡qué espléndido abanico¡
Llegamos a
Burgos. Teníamos que entrar a su Museo de la Evolución Huamana. Yo sé que en el
Museo hay huesos en injerto de nuestro Federico asesinado y muerto. “ Se le ve
caminar “…, como diría Antonio Machado. Escuchad lo que me dijo un aldeano de
Atapuerca:
-
Aquí, en la Lobera, en la fosa
de los Burros muertos, arrojábamos los burros, las vacas y los cerdos, y, en los tiempos de la Guerra, a los
republicanos y ateos asesinados y muertos venidos de otras partes, que también
los geólogos y sus serviciales de los yacimientos encontraron huesos tanto de
ellos como de dragón, de rata, de
serpiente, de caballo, de tigre, de pájaro, etcétera, y de ellos la tierra hizo buenos injertos, en los que la
onomatopeya de los asesinatos de la Guerra acompaña el sentir de los
descubrimientos.
Ha habido mucha dificultad en encontrar los
restos sin éxito del Poeta. Y esto es fácil adivinarlo por lo que dijo el
atapuercano labriego. Y yo, con lo mío:
Para
todos los geólogos
He
aquí la simiente de los yacimientos:
Los
huesos de García Lorca
Retornando.
Hemos pasado, circulando, de las
circunstancias de los pueblos; hemos sentido el advenimiento tricolor de la
Primavera; hemos sufrido en ida y vuelta el llanto callado de las Loberas y cunetas
donde fueron asesinados los nuestros Escucha. Ve: los cráneos levantan sus ojos
claros hacia los tuyos sobre la arena del campo manchada con ese insulto de odio y metralla cristianos: “ ¡ni dios te
salva¡”
Y, con los versos de Emma de Cartosio, Buenos
Aires 1958, os digo, dejad de labrar los huesos. Donde hay un manantial, una
fuente, un riachuelo, en montaña, lobera o en cuneta, allí el agua llora y besa los huesos de
nuestros republicanos asesinados y muertos.
“ Ahora pongo mis manos de
tierrario sobre
Las
tuyas y al sentir que la vida te danza
En
rojo mi verdeazul sangre te sonríe, solo
Te
sonríe y regresa a su corazón de viento
Definitivamente
extático y vertigirante
En
medio de la deshabitada luz elemental” ( Emma de C.)
Y con Adelaida Alvarez de Toledo, Montevideo 1958:
“ Deja correr el río,
mira caer la lluvia:
Oye
como la tarde llora en las hojas mustias
(
Escucha)
Que “ Holderlin oye decir: “
Sean libres los poetas como las golondrinas”. Heidegger. “Arte y Poesía” - -Daniel de Culla
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