El rey dejará de ser campechano desde hoy a las seis de la tarde
Juan Carlos I de Borbón acaba de anunciar, a través de un escueto comunicado de la Casa Real, su decisión irrevocable de dejar de ser campechano a partir de las seis de la tarde de hoy, hora española, y no volver a serlo nunca más. El equipo médico habitual, el arzobispo de Madrid y cinco notarios mayores estarán presentes en el momento de la renuncia. Una vez que el Rey deje de ser campechano, todo el personal de servicio de la Casa Real también dejará de serlo, y cualquier hecho jocoso que se produzca en Palacio pasará a ser dramático.
Al parecer, la resolución del monarca afectará también a su proverbial sencillez y a las bromas que suele espetar a los medios de comunicación, incluyendo la socarronería, la guasa a bocajarro y los chistes fallidos. También las caídas del Rey dejarán de ser televisadas, y únicamente se publicará un análisis de orina cada tres meses.
La Asociación Española de la Prensa ya ha manifestado su más enérgico rechazo a esa decisión, y amenaza con un plante de micrófonos si su Majestad prescinde de hacer el ganso en su próxima comparecencia. “Es una aberración”, afirma uno de los periodistas indignados.
Parece ser que los motivos de este cambio de talante del Rey tendrían que ver con la “descarada intromisión de la justicia en los asuntos de la familia real”. “No tienen en cuenta lo altos que somos y lo rubios que son mis nietos”, ha declarado el monarca. “Ni lo buena que está Corinna”, añadió.