Las incongruencias del film sobre Mahoma: ¿una provocación?
Las bizarras circunstancias detrás de The Innocence of Muslims, sus oscuros creadores y el intento deliberado por manipular el film para ofender a musulmanes, sugiere claramente que toda la farsa pretende inflamar tensiones
Documento con fecha
Wednesday, 19 de September de 2012.
Publicado el
Wednesday, 19 de September de 2012.
Autor: Paul Joseph Watson.Fuente: Tercera Información.
Autor: Paul Joseph Watson.Fuente: Tercera Información.
El film anti-musulmán que supuestamente ha provocado ataques contra las
embajadas estadounidenses de Egipto, Libia y Yemen, podría ser un
fraude diseñado para encender disturbios en Medio Oriente, mientras se
esconden las verdaderas razones tras la muerte del embajador Chris
Stevens.
Un tráiler de la película, titulada The Innocence of Muslims (La
inocencia de los musulmanes), ha estado en Youtube por más de dos meses.
A pesar de que el creador de la película sostuvo que había sido
financiada por ricos donantes judíos (con la suma de $5 millones de
dólares), ésta posee la calidad de un film de bajo presupuesto, similar a
un proyecto escolar. El tráiler ya ha sido censurado en varios países
de Medio Oriente, incluyendo Egipto y Afganistán.
En realidad, la versión completa del film podría no existir, una duda
que también ha sido compartida en relación a la existencia de su
director incógnito, Sam Bacile, quien habría declarado a la Associated
Press su estatus de “judío israelí”, de 56 años, residente en
California. Lo anterior se contradice con lo dicho por actores de la
película, quienes afirmaron que éste era egipcio, mientras otros lo
reconocieron como estadounidense.
Bacile dice haber hecho el film para ilustrar cómo “el Islam es un
cáncer, y punto”. Sin embargo, numerosas autoridades han fallado en sus
intentos por localizar a ‘Sam Bacile’ en el estado de California. Bacile
es probablemente un pseudónimo de la verdadera persona que ha sido
conectada positivamente con la película: Nakoula Basseley Nakoula, un
cristiano de 55 años que vive en California y que fue condenado por
fraude bancario en 2010.
La propia película – o los 14 minutos que han sido estrenados – también
es altamente sospechosa. Los actores involucrados en la filmación
declararon que se les dijo que “aparecerían en un film sobre la vida de
un egipcio promedio de hace 2,000 años”. Tras el ataque al consulado
estadounidense en Bengasi, los 80 miembros del cast lanzaron una
declaración afirmando que fueron engañados por el productor.
“Todo el cast y equipo está extremadamente enfurecido y siente un
aprovechamiento por parte del productor. No apoyamos el film en un 100% y
fuimos ampliamente engañados por su intención y propósito”, dice la
declaración. “Estamos sorprendidos por las drásticas sobre-escrituras
del guión y las mentiras dichas a todos los involucrados. Estamos
profundamente tristes por las tragedias que han ocurrido”. El film ha
sido titulado y editado intencionalmente para invocar una indignación
máxima de los musulmanes. El profeta Mahoma es mostrado como un
pedófilo, un homosexual, un fraude religioso, un mujeriego y un dictador
sangriento.
Durante el diálogo, las palabras de los actores han sido crudamente
manipuladas para incluir referencias a Mahoma que no estaban presentes
en el guión original.
Como Cindy Lee Garcia, una actriz involucrada en la película, dijo a
Gawker: “En el guión y durante la filmación, nada indicó la naturaleza
controversial del producto final. Mahoma ni siquiera se llamaba Mahoma;
era “Master George”.
“Las palabras Mahoma fueron puestas encima en post-producción, como
también todas las referencias ofensivas al Islam y Mahoma”, escribe
Adrian Chen.
Por ejemplo, en el minute 9:03 del tráiler, las palabras “¿Es tu Mahoma
un abusador de niños?” son escuchadas, sin embargo la voz de la actriz
ha sido puesta encima, ya que sus labios no forman en ningún momento la
palabra “Mahoma”.
Como resume el sitio Christian Science Monitor, el film parece haber
“sido editado en el sótano de alguien con un software barato”. Todo en
la película sugiere que se trata de un fraude diseñado para crear
artificialmente disturbios en Medio Oriente, en momentos en que existe
especulación de que Estados Unidos e Israel iniciarán intervenciones
militares en Irán y Siria.
“Aquellos que olfatean el aire correctamente huelen una especie de
operación de inteligencia/influencia en toda la situación”, escribe
Daniel McAdams, comparando el film con Kony 2012. “¿Una tapadera
intencionalmente mala para lo que ocurrió ayer en Bengasi? ¿Una cubierta
malamente hecha para lo que ocurrió ayer? ¿Árabes – incluso la
Hermandad Musulmana, buscando ganar puntos al culpar a “judíos ricos”
por hacer el film? ¿Una lucha de poder entre facciones islámicas en
Egipto? ¿Israelíes tratando de hacer parecer que los árabes usaron una
tapadera antisemita para un crudo film?”
De lo que se tiene seguridad es que los medios corporativos se han
aprovechado de la película para explicar los ataques en las embajadas de
El Cairo y Bengasi, como otra ocasión en que musulmanes extremistas han
provocado desórdenes por nada en particular. Reiterados reportes
confirman que los ataques fueron coordinados con anticipación al estreno
de la versión árabe del tráiler, y que no tienen nada que ver con el
film. No obstante, los medios dieron rienda suelta inmediata a su
versión de los hechos.
Esto ignora convenientemente la verdadera razón de los ataques: que
Estados Unidos y otros poderes de la OTAN están pagando las
consecuencias por haber armado y empoderado a extremistas islámicos
afiliados a Al Qaeda en busca de un cambio de régimen, notoriamente en
Libia donde la remoción de Gaddafi fue alcanzada a través del apoyo que
la OTAN brindó al Grupo Islámico Combatiente Libio – enlistado como una
organización terrorista por el Departamento de Estado, y que fue
responsable por el asesinato de tropas estadounidenses en Irak.
Dado que estos mismos militantes están siendo usados ahora por estados
del Golfo y países de la OTAN para derrocar al presidente Bashar
Al-Assad en Siria, su conexión con los ataques contra la embajada debe
ser ignorada. Esto se tornó evidente cuando el embajador de Washington
en Libia, Ali Aujali, afirmó ridículamente que leales a Gaddafi eran los
responsables de haber asesinado al cónsul Stevens.
Con las embajadas de Yemen, Túnez y de otros países comenzando a ser
sitiadas, la promoción de los medios masivos de lo que de otra forma
habría sido un chistoso y desconocido tráiler de Youtube de 14 minutos,
ha creado ahora una crisis que amenaza la estabilidad de la región
entera.
Las bizarras circunstancias detrás de The Innocence of Muslims, sus
oscuros creadores y el intento deliberado por manipular el film para
ofender a musulmanes, sugiere claramente que toda la farsa pretende
inflamar tensiones para justificar la aceleración de la agresión
estadounidense, israelí y de la OTAN a lo largo de Medio Oriente y
África del Norte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario