martes, 14 de febrero de 2012

BUSCANDO TRABAJO, QUE LINDO ES EL PATRON


C.V. o CURRUCULO DE VIDA

Me llamo Daniel, soy mayor de edad, recién jubilado con setenta años y vivo en Eladio Prelado, Burgos capital; soy estebado, acomodado y apretado como el paño para teñirlo en la caldera, hominicaco, pusilánime y de mala traza, patizambo, zaparrastroso, tengo una gran experiencia de campanero y sacristán y me adoran los del pueblo, he sido portero de noche, y ayudante de chef de cocina, tostador de pan y tirapedos; estoy cansado de sacar el perro de mi nieta a cagar en la vía pública y ver pasar los días recogiendo sus cacas, por eso deseo trabajar en su Empresa pronto y a tiempo parcial o, mejor, completo, sabiendo que la suerte coquetea algunas veces con los hombres inteligentes; pero sus favoritos son los imbéciles. No me importaría pasar unos días de prácticas, pero que su amor no diga basta, ni lo que dijo el Duque de Rivas en su Romancillo en versos de arte menor:

“ Ya está en jaula la lechuza,

Y si aún a cantar se niega,

Yo haré que cante o que cruja”.

Yo me deberé a mi patrón y como todo currante sabré decir: “Echeme usted pan y dígame perro”, que la crisis es puro cuento de banqueros, empresarios capitalistas y autónomos de la mediana y pequeña empresa que saben a coplas y recoplas de pie quebrado y a capricho del euro o del dólar aviagrado:

“La vida del bien estar

De un vértigo de crisis

Corre en pos,

Ella corre hacia la nada”.

O como en la octavilla de Iriarte:

“Persuadía un tordo abuelo,

Lleno de años y prudencia,

A un tordo, su nietezuelo,

Mozo de poca experiencia,

A que, acelerando el vuelo,

Viniese con preferencia

Hacia una poblada viña

E hiciese allí su rapiña”.

Algo de la realidad actual, que está sucediendo, que se refiere a la vez al sujeto y al verbo (fullero y hurtar), a los que denomina la Rreal Academia, indistintamente en su Gramática, adjetivos predicativos o predicados de complemento de la Flor de Fullería; Truhanería donde petardean y engañan los truhanes, pícaros ,pillos y farsantes inventando trufas o mentiras,

De mi experiencia, doquiera mi sabiduría, sé hacer buenos platos con boletus, en especial de pedo de lobo. Hago un pollo al ajillo que yo le llamo Juanilla, muy agradecido; también, sé freír sardinas y cocinar gallina; hago unas frituras de yegua galiciana para chuparse los dedos y otras cosas; en repostería hago unas obleas y unas hostias con casta y las llamo “Castillas”; también, yemas de canónigo y pedos de monja a la española; sé hacer diez tortillas con un güevo. ¡Y mis güevos a solapedo¡, disimulados, que ocultan maliciosa y cautelosamente sus pensamientos. Tengo una extraordinaria habilidad para asar al sarmiento el cerdo, el cochino, el lechón, el marrano, el gorrino y el puerco.

Preparo unos callos de tripa de vaca, de ternera, de primera. Y ablando, templo, suavizo, descuajo en manjar exquisito esas durezas que se forman en algunas partes de la epidermis por roce o presión de algún cuerpo extraño. De rechupete, ¡oiga¡, que yo las llamo “las bellas infieles” como aquel Perrot de Ablancourt, del que desciendo, que fue eminente e infatigable pero no muy fiel traductor del siglo XVII.

Estudié para abogado de secano, sin haber estudiado leyes, presumo de conocerlas. Poseo amplios saberes, dados mis estudios en Academias Universitarias y Escuelas de Capacitación Agraria, donde allí era el Rebuznar. Fui oyente de Rebuznos, estudiante que asiste a una cátedra de Rebuznos sin estar matriculado en ella. Gracias a la “loca de la casa”, la tele, como la llama mi trastornada agüela, se que la política se reduce a una sola palabra. Ejemplo: “Adoptadas estas disposiciones, se puso la hueste en movimiento”. Por ella sé del blanqueo de dinero, que es llevar los billetes a la orilla del río para lavarles. Conozco la doble contabilidad, la rata por cantidad, mediante prorrateo, y que hay que medir la vida y a los hombres con doble rasero, doble moralidad y doble pandero.

Poseo amplios conocimientos del güord, la eszel, la foto pedal, la sexop, y un gran ecétera, aprehendidos en Guarrete, digo Guarrate, pequeña localidad con ayuntamiento en la provincia de Zamora, donde me mandaron mis padres de pequeño “jartos de mí”. “Al niño y al mulo, en el culo”, le recitaba mi padre a mi madre, o “ara con niños, segarás cadillos”. Allí aprendí a usar el ablator, instrumento para cortar el rabo a las ovejas.

Por esto, y confiado en mi bien hacer, espero con ilusión ser contratado por esa su Empresa, la primera cuyo sentido queda incompleto sin mi, y que no marchite mi ilusión osándola con algún aunque, pero y no. Y que mi Curruculo no quede como poso o hez de líquidos que se va al fondo de la vasija

Como referencia, le digo a Jesús que le refiera todo lo bueno y malo que han contado de mí en el pueblo. Tengo la prótasis como oración adverbial condicional como siempre que, con tal que, ya que; y la prótesis, que agrega alguna o algunas palabras al principio de la palabra: adoctrinas, por doctrinas; y mi prótesis bucal y dental que no me pongo porque la voy a llevar al Museo de la Evolución Humana para su exposición y disfrute del populacho agradecido.

Es gracia que espero alcanzar del “recto”/ ¡vaya palabreja¡ último trozo del intestino/, proceder de Usted, confiado que su discernimiento entre más en el terreno de la lógica, ya que, gramaticalmente es apenas perceptible; aunque como dijo Gili y Gaya : “la duda de que el patrón sea un maricón, nos intranquiliza. Estoy seguro de volverlo del revés”.Y que se muestre justo, íntegro e imparcial.

Cumpla Usted su deber de contratarme. Orgulloso creo merecerlo. Acepte pues benévolo mi ofrenda.

DANIEL DE CULLÁ

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