viernes, 13 de enero de 2012

HOMENAJE A LO FEMENINO. HOMENAJE A UNA MUJER


Desde que nací viví al lado de una mujer, la que me regaló la vida, con la que tuve la ocasión y el privilegio de ser testigo directo de la maravillosa fuerza que puede habitar en el corazón femenino; y fui testigo directo, con su presencia, del coraje, de la voluntad, del aplomo, de la inmensa dignidad que pueden formar parte de una vida femenina; y, a la vez también, de la sensibilidad, la ternura y el inmenso corazón con que una mujer puede arropar la vida de los que le rodean.

Y tuve también la suerte, desde muy pequeña, de percibir la excepcional capacidad intelectual y creativa de alguien que, por ser mujer, tenía que amoldarse, sin embargo, a los preceptos machistas que la alejaban, por sistema, de unas facetas en las que sólo eran admitidos los hombres. Y percibí, igualmente, que eso, en el fondo, daba igual, porque la fuerza, la grandeza y la excelencia de alguien se expanden a su alrededor por más que los dogmas, las convenciones o la mediocridad que pueda haber en su derredor intenten someterlos y anularlos.

Las mujeres españolas en el siglo XX fueron, por causa de la dictadura, la excepción europea. Mientras las inglesas, las francesas, las alemanas ganaban terreno en la igualdad y en sus derechos como seres humanos igual de válidos que los hombres, nuestras madres y abuelas vivieron sometidas al peso férreo de la misoginia franquista edulcorada con el halo hipócrita, superficial y banal de secciones femeninas, corte y confección, sus labores y mucha misa y procesión. El talento femenino que nos precedió se vio soterrado bajo el peso del machismo oficial y clerical que impidió que miles, millones de mujeres llegaran a ser las intelectuales, las políticas, las escritoras, biólogas, pensadoras, conductoras, juristas que hubieran enriquecido la vida social, política y cultural de un país sediento de progreso, humanismo y sensibilidad.

Vivimos en un contexto de actualidad en que mujeres representantes de lo público se retrotraen a esa misoginia de tiempos pasados; algunas buscando dinero y poder con casamientos a medida, otras no acogiéndose a la baja maternal, que tanto costó conseguir, desprestigiando al resto de mujeres que tienen derecho a conciliar la faceta maternal con la laboral; otras manipulando el lenguaje y atenuando la importancia de los crímenes que se comenten por violencia de género, es decir, por desprecio a lo femenino.

Ignoran, quizás, que las mujeres españolas, hasta hace pocas décadas, tenían negados, por ley, sus derechos más básicos como simples ciudadanos. Ignoran, quizás, que en este país la fuerza y el talento femenino fueron sometidos a los dictámenes de los que consideraban a las mujeres en exclusiva como amas de cría, modistillas, simples floreros no pensantes, o meros apéndices del hombre. Que no nos hablen del machismo masculino, cuando son muchas estúpidas mujeres las que se esmeran en humillar su propia dignidad y la de sus congéneres.

Aunque ignoran, también, que la fuerza de lo femenino está muy por encima de muros oscuros, de ideas mediocres que minusvaloran el enorme papel de la mujer en su entorno y en la sociedad. E ignoran, también, que miles de mujeres en el siglo XX fueron, a pesar de todo, el alma de la vida intelectual, familiar y afectiva de un país dirigido por mediocres. Muchas mujeres fueron, en silencio, éso y mucho más.

Mi madre fue una de esas mujeres que, en medio de una sociedad vulgar y machista, hizo brillar su grandeza, su belleza, su fuerza y su luz. He tenido, como otra mucha gente, el privilegio de tener cerca a una mujer cuya fuerza y cuya excelencia ninguna sociedad pueblerina y sometida pudo ocultar. De ella aprendí a hablar, a aprender, a pensar, a sentir, a querer saber y a buscar la verdad, a respetar, a amar, a honrar a la vida y a todas las vidas…y a valorar, por encima de todo, los tesoros de las cosas del corazón. Para la luz de muchas mujeres que nos precedieron; para la inmensa y eterna luz de mi madre, mi profundo homenaje. Para ella.

Coral Bravo es Doctora en Filología

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