sábado, 7 de enero de 2012

ENTERRADORES HACIENDO DE CIRUJANOS


Enterradores haciendo de cirujanos

El símil en cuestión es el que da título a esta columna, y que, aunque de significado luctuoso, no está muy lejos de reflejar las actuaciones económicas y políticas que empiezan, con demasiada premura, a presidir la gestión del nuevo gobierno de la derecha; gestión que el director de uno de los medios escritos de extremo-centro (que diría Wyoming), me refiero a La Gaceta, calificaba en su columna de “cirugía”. Me temo que este señor, o bien adolece de grave defecto de apreciación objetiva de la realidad, o bien se equivocó de palabra, en funesto error semántico, a la hora de buscar metáfora con que definir y justificar la rastrera política pepera.

Mientras Rajoy y sus adláteres se llenaron la boca una y mil veces en la campaña electoral con promesas de no elevar los impuestos, con críticas feroces contra los recortes del gobierno Zapatero, con alardes, a diestro y siniestro, de ser los mesiánicos poseedores de la receta mágica contra la crisis, a los pocos días de gobernar se esmeran, con espectacular habilidad (quizás porque sean expertos en la materia), en subir impuestos, congelar sueldos, bloquear con descaro ayudas públicas, recortar los gastos destinados a la enseñanza, a la sanidad, a la investigación, a cerrar centros de ayuda a mujeres maltratadas, y de apoyo asistencial a sectores vulnerables de la sociedad…

Es decir, se dedican a hacer lo mismo, y mucho más de lo que han criticado con vehemencia y alevosía en el gobierno precedente. Y digo alevosía porque criticar a otros de lo que uno adolece en mucha mayor medida no solo es alevoso, sino intrigante y traidor; y lo es especialmente cuando se trata de algo que afecta a millones de ciudadanos y supone la pérdida de calidad de vida, no sólo en aspectos cotidianos, sino tan básicos como la salud, la enseñanza y los servicios sociales a los sectores más indefensos del país.

Se veía venir. No había más que percibir la extrema precariedad financiera en las comunidades autónomas gobernadas por la derecha; no había más que constatar que los mayores índices de paro formaban parte del panorama laboral de Madrid y Valencia. No había más que tener en cuenta el cúmulo grosero de privatizaciones que se estaban llevando a cabo en esas comunidades gobernadas por el PP. O no había más que recordar que la crisis económica en ciernes ha sido producto de las actuaciones inmorales de la derecha neoliberal tanto en España, como en Europa y en el mundo.

Ciñéndonos, como ejemplos, a datos reales y concretos, el gobierno Rajoy acaba de salir al rescate de la Comunidad Valenciana para hacer frente a un impago por el vencimiento de una deuda de 123 millones de euros al Deutsche Bank; y recordemos que en enero de 2008 Mariano Rajoy ponía a Camps como ejemplo de gestión económica. Otro ejemplo más que revelador aparece recientemente publicado en el BOE de 31 de diciembre de 2011, en el que se especifica (Sec.I, pág.146615) que el Estado español entregará, durante el año 2012, la cantidad de 13.266.216,12 euros al mes a la Iglesia católica (aproximadamente medio millón de euros al día). Es decir, mientras se recortan seiscientos millones de euros sólo en ayuda a la ciencia, la multimillonaria financiación pública a una confesión religiosa se recorta 0 euros. Me pregunto, ¿para quién es la crisis?

Por tanto, dar a la derecha el poder para que, supuestamente, pudiera recuperar la situación económica española era, ha sido y es como dar al verdugo la potestad de liberar al reo, o ceder al ladrón la llave de la caja fuerte, o dar al enterrador la autoridad para operar al enfermo. El PP no es cirujano, es el enterrador. Todo un despropósito. Y ya lo estamos viendo.

Coral Bravo es Doctora en Filología

elplural

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