Un canal de televisión difundió anoche las imágenes, que hoy están en numerosas webs de Perú y aportan otros datos del asunto: la empleada, Teodolinda Amaya, asegura que está embarazada de cuatro meses y que el padre es el párroco José Antonio Boitrón, quien además la ha despedido tras lo sucedido y después de 15 años de trabajo.
Los hechos sucedieron en Trujillo, en el norte del país. El esposo engañado, tras atravesar la iglesia y llegar a un aposento que parece la sacristía o un despacho donde hay una cama, graba unos segundos del acto sexual y luego irrumpe ante los amantes, sin apagar la cámara.
"Ahorita voy y denuncio a la policía -dice el marido, sin dejar de grabar- ¿Cómo (dice que está) haciendo limpieza y engañando a mis hijos?", se lamenta. "Cálmese, cálmese -responde el cura- Yo reconozco... Es una trampa que me han tendido, en la que yo he caído", balbucea, mientras se cubre con una sábana.
La empleada aseguró más tarde al canal que era forzada por el sacerdote José Antonio Boitrón, quien la acosaba, y sostiene que el embarazo de cuatro meses es producto de estas relaciones.
Ahora le reclama no solo el reconocimiento de la paternidad sino también una indemnización por los quince años de servicios trabajados.Requerido por la televisión, el párroco se ha negado a ofrecer su versión de los hechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario