lunes, 20 de septiembre de 2010

EL SILENCIO DE LA IGLESIA NO SABEMOS A QUE SE DEBE

¿Dónde está la iglesia?

Desde hace unas semanas me preguntaba por la Iglesia, que parece desaparecida. Su invisibilidad, su silencio en las últimas semanas resulta muy llamativo, especialmente su ausencia el día en el que el PP recurrió ante el Constitucional la ley del aborto. No hubo rueda de prensa ni nada, Martínez Camino nos dejaba sin su luz. Poco después Zapatero se iba a Roma a ver al Jefe y nada, que Rouco seguía desaparecido. Por si fuera poco las encuestas pronostican enorme bajada electoral del PSOE y sin embargo, casi parecía que la Iglesia renunciaba a echar más leña al fuego. Todo muy misterioso.

Se me vinieron a la cabeza dos posibilidades. Una era que ante la que está cayendo, una Iglesia que recibe millones de euros haya decidido estar callada no sea que a alguien se le vaya a ocurrir que recortar la asignación a la iglesia quizá sea más justo que recortar las pensiones. Así, estarían intentando pasar desapercibidos. Podía haber otra razón de su silencio, se me ocurrió a mí. Hace un mes más o menos, leí que el jefe de la iglesia católica alemana iba a ser procesado como encubridor de los abusos de algunos de sus curas. Y yo, ingenua de mí, pensé en Rouco. En los casos en los que Rouco ha sabido de abusos a niños y no lo ha denunciado, sino que se ha limitado a mover a los curas de sitio. En esos casos es, según la ley, encubridor de un delito. Que yo recuerde Rouco no ha denunciado algunos abusos que se han producido en su diócesis y que sabemos que conoció puesto que algunos de esos curas fueron denunciados penalmente después de que el cardenal se limitara a cambiarlos de lugar. Visto lo que ocurre en Alemania o Irlanda, pensé yo, ¿no será que Rouco teme que alguien le acuse de encubrir un delito y tenga que comparecer en un juicio?

Craso error, la realidad es aquí muy diferente a la del resto de Europa. No creo que estén quietos y callados por miedo a que alguien cuestione desde el poder su asignación; no creo que tengan ese temor porque parece ser que nadie en este país se va a atrever a modificar el inconstitucional y anacrónico régimen de financiación de la Iglesia católica. Ni que gane la derecha, ni que gane el PSOE. Esto es lo que hay y más vale que nos vayamos acostumbrando. En cuanto a lo segundo, el miedo a los tribunales, está relacionado con el primero. Tampoco creo que eso le dé ningún miedo a Rouco. No parece posible que el fiscal lleve a un alto cargo de la Iglesia ante la justicia. Por supuesto que no, no somos un país normal, no somos un país maduro.

Y efectivamente, finalmente nos hemos enterado de que su silencio y discreción de estas últimas semanas no se debía a nada de eso. No se debe al miedo que deberían tener y que no tienen. La paz se debe a que el PSOE ha cambiado la Ley de Libertad Religiosa por su silencio (temporal). Esa Ley que se supone que el PSOE preparaba queda ahora arrinconada suponemos que para siempre. Zapatero debió decirle al Papa: “No tocamos a la Iglesia, no tocamos sus dineros, ni su posición y ustedes se callan”. Y el Papa dijo que sí y todos callados. ¡Qué ingenuo es Zapatero si cree que van a estar callados mucho tiempo! La Iglesia se vende, pero se vende muy cara y en cuanto el Papa termine el viaje que ya están preparando volverán los obispos, como las oscuras golondrinas, a hacer causa común con el PP. Y los funerales serán católicos, y los soldados irán a misa y a las procesiones y por mucha crisis que haya la Iglesia seguirá recibiendo el mismo dinero de todos los españoles, incluso de los ateos, incluso de los que profesan otras religiones o ninguna. Así estamos, décadas después de que se muriera el dictador católico.

Beatriz Gimeno es escritora y ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB)

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