miércoles, 21 de abril de 2010

LA MÍSTICA DEL FUTBOL


INTERPRETACION HOLISTICA DEL FUTBOL


El Futbol nos da enormes interpretaciones del estudio del ser humano en el aspecto cualitativo de los fenómenos vitales como en el cuantitativo. La prescripción galileana de medir y hacer medibles los fenómenos, de representarlos en forma numérica orienta bien el cuadro de ese fenómeno que llamamos Futbol, afición y balón. También el Futbol como Mística.


La mística del Futbol se basa en el principio de causalidad, y podemos muy bien asignarle una explicación causal darwinista del polimorfismo del mundo viviente y de su organización en el sistema. También podemos considerar los fenómenos vitales desde un punto de vista finalista, en especial el ser en acto de los energúmenos que campean en los estadios, en oposición al ser en simple potencia, los sumisos.

El sentimiento de indeterminación de las masas hace que los Estados intenten aplicar concepciones totalitarias dentro de los límites de la especulación deportiva. Controlar: hay que escindir el organismo y situarle en la base de la domesticación y represión permanente, admitiendo que sólo en los campos de Futbol, en las canchas, etcétera, la coexistencia de todos da origen a la manifestación de otra vida más espectacular.

El Futbol constituye la armazón programática de la experimentación de las pasiones en masa, suministrando una guía en el estudio de la variabilidad en otros campos de la Zoología.


Pero vayamos por partes. El Futbol dicen que lo inventaron los ingleses en su sentido actual. Y no es cierto. Desde lo obscuro de la Historia, y más en los tiempos del descubrimiento de América y posteriores, multitud de reyes, infantes y próceres castellanos, portugueses, ingleses, jugaron con las cabezas arrancadas a los “enemigos” indígenas, caníbales, ahí es nada, cuando el grado de canibalidad del Hombre occidental siempre ha sido infinitamente superior al del “salvaje”, repartiendo sus muertes en el intento de conquistar la plaza o terraplén de turno, dominando todos los muros y obras exteriores en partida de gente criminal y acabada montando cualquiera clase de cabalgadura, caballeros en burro, en una tapia, caballeros de mesnada o mesnaderos, cubiertos, cuantiosos, noveles, pardos, etcétera, en ciertas suertes de a caballo en ocasiones solemnes como esas representadas de jinetes santos y beatos cortando cabezas de moros y arrastrándolas con las espadas, que adornan en cuadro las iglesias, las catedrales.


Las patadas había que darlas desde la frente, en este juego ecuestre, subiéndoseles los entorchados a la cabeza, jugándose la cabeza y untando el casco. Siendo el sentir del pueblo subyugado no otro que el “más valen meajas de rey que zatico de caballero”, con la cabeza blanca y el seso por venir. Así vemos a los naturales de América antes de la criminal conquista y los descendientes de aquellos indígenas no mezclados con otras razas. Y otras figuras como Salomé, la hija de Herodes Filipo y de Herodiades, sobrina y nuera de Herodes Antipas y sobrina de tercera generación de la primera Salomé, jugando por instigación de su madre Herodiades con la cabeza de Juan, celebrando el frontenis que luego harían famoso los occidentales. Atabáliba o Atahualpa, inca reinante en el Perú antes de la llegada del felón y asesino Pizarro y su gente. José Gabriel Tupac Amaru. Moctezuma. Los pieles rojas. Caupolican. Los Comuneros de Castilla decapitados en la campa de Villalar por las huestes de Carlos I, y haciendo partido de pelota con sus cabezas. Rafael de Riego y Núñez , descuartizado y decapitado y repartido en trozos por la España real. Y hoy día, el juego de decapitar de los talibanes, de los sicarios y asesinos en Yucatán, Michoacán, en Arabia, en Irak , en todo el Globo. Las carabelas de Colón, la carabela de la expedición de Hojeda, las carabelas portuguesas, de Juan Sebastián Elcano, de los hermanos Nodales, de Americo Vespucio , de” los hermanos Pinzones, que eran todos unos maricones”como dice la canción popular, venían cargadas de cabezas para alegrar las fiestas y convites reales, y eran celebradas por todo el Globo.


El Globo, que es un balón. Un balón no de oxígeno sino de domesticación y subyugación., un balón que hace a los hombres más esclavos y sometidos a la ley del Comercio y el espectáculo de la miseria. La propaganda televisiva del Futbol es una nueva mística de especulación de valores. La compraventa de jugadores es el testimonio de la presencia divina del dinero. El espectáculo nada importa. Lo que importa es el grito unísono de Goool¡ pronunciado por una caterva de energúmenos para honor y gloria de la publicidad en una pseudo metafísica cuasi teológica y nada más sujeta a las cadenas del equipo a adorar .Este hecho místico es un hecho psicológico en el cual el espectador, el forofo quiere tocar directa e inmediatamente el balón de oro o al jugador de oro. No importa que se sea borrego pasivo o salvaje activo. En este césped, en esta cancha se siente, se percibe la santidad. Y no importa que el recorrido sea largo, que no podamos felicitarnos por los resultados, lo que importa es sentirnos en este estadio de martirio y que nuestra razón ruede por los suelos en esa evolución cautiva en la que la única expresión de martirio son un “¡ árbitro, hijoputa”, “¡maricón jugador de mierda” al jugador que falló el gol, y así otras lindezas, dejando correr nuestra cabeza global a patadas, quemando sus madejas quien no logró su traza, y en lugar de acertar y ganar, salir con daño y pérdida, consolándose de su yerro, pues los golpes, las hostias dadas y recibidas es su noche del sentido, y porque mal de muchos es gozo, volviendo a casa en sus borricas.

-Daniel de Cullá

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