BOFETADAS SAGRADAS

10/03/2010

El Plural / Macro/Vida

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El Gobierno alemán reclama indemnizaciones por abusos sexuales a los obispos

El hermano del Papa reconoce que dio "alguna bofetada" a los niños de su coro

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La Iglesia europea no deja se sufrir reveses y denuncias relacionadas con casos de abusos, violencia y pederastia cometidos en diferentes instituciones dependientes del clero. Una de las últimas revelaciones la ha hecho Georg Ratzinger, el hermano del Papa Benedicto XVI, que reconoció haber dado “alguna bofetada” a los niños cantores del coreo de Ratisbona que dirigió hasta 1994. Aunque el religioso, ya retirado, aseguró que desconocía que se cometieran también abusos sexuales en la institución, la ministra de Justicia alemana, Sabine Leutheusser, adelantó que reclamará responsabilidades a los obispos por estas y otras denuncias, incluso aunque los delitos hayan prescrito.

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El hermano mayor del Papa, Georg Ratzinger, que dirigió el coro de niños cantores de Ratisbona hasta 1994, reconoció este martes que él mismo abofeteó a algunos de los miembros del coro cuando no eran “disciplinados”. En una entrevista del periódico regional Passauer Neue Presse, aseguró que muchos de los niños le habían hablado de los duros castigos que les inflingía el director del internado, aunque él nunca hizo nada. “Si hubiera sabido de la violencia exagerada con la que actuaba, hubiera dicho algo. Pido perdón a las víctimas”, dijo el prelado, de 86 años, que asegura que se sintió aliviado cuando los castigos corporales fueron prohibidos en las escuelas en 1980.

Negó los abusos sexuales
Ratzinger negó en cambio que se cometieran abusos sexuales contra los niños del coro, algo que había denunciado uno de los alumnos del internado, el compositor Franza Witterbrink. El prelado se limitó a afirmar que “el problema de los abusos nunca fue abordado y nunca se habló de ese tipo de asuntos” durante su etapa. “Hice mi trabajo lo mejor que pude. Es una historia muy triste que pasó antes de que yo llegara”, añadió.

"Torturas sexuales"
No obstante, no es el único posible escándalo sexual que le salpica: en la Abadía de Ettal, dependiente de la diócesis alemana de Munich y Griesing donde Ratzinger fue arzobispo entre 1977 y 1982, también han sido denunciados numerosos abusos que algunos han llegado a calificar de “torturas sexuales”. Muchos de esos abusos se cometieron durante su mandato, por lo que todas las miradas apuntan ahora hacia él.

Petición de la ministra de Justicia
Estas y otras denuncias de abusos a menores por parte del clero alemán han hecho que incluso la ministra de Justicia del país, Sabine Leutheusser, haya reclamado a los obispos que entreguen una “remuneración económica” a sus víctimas, incluso si sus crímenes ya han prescrito (en Alemania el delito no es perseguible después de 10 años). “Sería una pieza de justicia, aunque la injusticia padecida no puede ser compensada”, afirmó la dirigente.

Mesa redonda con la Iglesia
Ante la gravedad de los hechos, el Gobierno del país ha decidido convocar una mesa redonda para abordar los casos denunciados, según recoge El País. La Conferencia Episcopal alemana, que ya ha pedido perdón por estos abusos y que se trasladará al Vaticano para disculparse de manera oficial, ha anunciado que acudirá a la reunión para tratar de calmar, al menos en parte, a la escandalizada opinión pública del país.

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