Es indignante que la portada de la revista católica más difundida "Alfa y Omega" esté dedicada en su último número a lo que llaman "los virus laicistas en la educación".
Me temo que los verdaderos virus en la educación, desde los primeros estadios, son los peligros del adoctrinamiento religioso y de las tácticas infames que se utilizan para captar adeptos desde las filas de los colegios privados y concertados, lo cual puede ocasionar (y, desgraciadamente ocasiona) un daño irreparable en muchos niños y en sus familias.
Los colegios religiosos, y a veces no religiosos (porque se encargan de tener en ellos tentáculos a través de profesores, directores y organizaciones de padres de alumnos) son una cantera fundamental para atraer a sus filas fundamentalistas a niños y jóvenes, que, por su falta de herramientas de defensa intelectual, son las víctimas más fáciles de captar para engrosar las filas de sectas, grupos fundamentalistas y microfascismos varios.
Aunque es un tema muy silenciado, hay infinidad de organizaciones que se dedican, a través de infame proselitismo, a captar a niños de estos modos. En el franquismo tenían el poder asegurado, pero actualmente han intensificado hasta cotas muy preocupantes el empleo de tácticas proselitistas y de manipulación. Necesitan adeptos y no reparan en los modos de conseguirlos.
Una de estas organizaciones (que son sectas destructivas peligrosas) saltó a luz pública a raíz de la petición de ayuda a Europa Laica de un grupo de padres. Se trata de las "Hermanas azulinas", una "congregación" derivada de las Carmelitas. En concreto, los padres denunciantes tenían a sus hijas en el convento de Oropesa, y, a pesar de ser católicos, se habían hecho conscientes de que sus hijas habían sido víctimas de un secuestro psicológico y estaban incomunicadas y en situación alarmante (no comían apenas, no permitian visitas, su delgadez era extrema, su situación psicológica muy preocupante, etc.etc.), y habían decidido sacarlas de allí.
A partir de ahí vinieron "los problemas", denuncias a policía, anónimos, amenazas de muerte, presión del arzobispado,etc.etc. Europa Laica colaboró en todo lo que pudo, y elaboró un informe tras el estudio del caso. Nada sirvió para nada, el chantaje a los padres hizo que retiraran las denuncias policiales y a día de hoy esas niñas siguen secuestradas en lo que Cañizares llamó "una vida evangélica ejemplar" y esos padres denunciantes viven en un continuo desasosiego.
El caso de las azulinas de Oropesa me interesó, y me sigue interesando porque sé las atrocidades que se cometen tras los muros de esos conventos. He llegado a ver a dos de esas niñas y os prometo que me daban ganas de llorar, eran personas enfermas que, a pesar de no tener ni 20 años, parecían extrañas ancianas, con los ojos perdidos, la piel muy blanca y cetrina (viven enclaustradas sin ver siquiera la luz del sol) y muy deteriorada (la malnutrición y la deshidratación provocan vejez prematura). Son adictas a fustigarse con un látigo. Duermen en cartones, pasan largas temporadas en ayuno total, no tienen ni útiles de aseo personal. Rara vez las llevan al médico, aunque estén enfermas. Alguno ha llegado a poner denuncia en la guardia civil por ver a alguna de ellas con la espalda destrozada... Realmente están metidas en verdaderos campos inhumanos de concentración.
La gente del pueblo, que es pequeño, saben que lo que allí ocurre no es bueno, pero se mantienen en silencio y no les gusta hablar del tema. Algunas personas que vivían cerca del convento vendieron la casa y compraron otra más alejada porque decían oir gritos tremendos algunas noches (los adeptos a sectas destructivas suelen tener crisis nerviosas cada cierto tiempo, es como una especie de liberación de la opresión emocional que viven continuamente, imagino que ésa sería la causa...).
Os envío el informe que elaboró en su día Europa Laica sobre este asunto concreto, es muy interesante y narra sus condiciones de vida, el modo en que fueron engañosamente captadas, y la manipulación mental de que son objeto:
Desde que conozco estas cuestiones siento la necesidad de divulgarlas porque me indignan al máximo. Es intolerable que exista el desconocimiento que hay en la calle ante unas situaciones que son el cúlmen de la anulación de las libertades. Y a pesar de que hay gente que lleva tiempo luchando porque se hagan campañas de información, hasta la fecha ha sido un imposible. Hay un inmenso poder detrás. Pero nos queda el recurso del boca a boca y espero que poco a poco se vayan conociendo unos hechos que deberían ser perseguidos como lo que son, verdaderos delitos
contra la libertad, e inclusola vida de las personas
Saludos cordiales
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