jueves, 19 de marzo de 2009

OBISPOS TRABUCAIRES, COMO SIEMPRE


Vuelven los obispos trabucaires

La potente campaña publicitaria puesta en marcha por la Conferencia Episcopal Española contra la reforma de la ley del aborto vuelve a poner en cuestión las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado en España. Transcurridos ya más de treinta años desde la aprobación de una Constitución que establece la no confesionalidad del Estado, la jerarquía católica española sigue empeñada en la añoranza de aquellos viejos tiempos en que, merced a la imposición a sangre y fuego del nacional-catolicismo por parte de la dictadura franquista, la entera legislación de España se regía por los principios católicos –por cierto, sin que en su supuesta defensa a machamartillo del derecho a la vida se opusieran jamás a la pena de muerte, que aquella católica dictadura aplicó reiteradamente hasta muy pocas semanas antes de la desaparición de aquel “Caudillo de España por la gracia de Dios” que era recibido siempre bajo palio en todas las catedrales e iglesias de España.
A los obispos españoles se les ha vuelto a ir escandalosamente la mano en esta nueva campaña publicitaria que, en el peor estilo de la agitación y propaganda típicas de cualquier régimen totalitario, recurren a la demagogia y la falsedad para intentar deslegitimar una modificación de la vigente ley de interrupción voluntaria del embarazo para que la ley del aborto española sea similar a la de la gran mayoría de los países europeos. Una ley de aborto basada en la libertad de la mujer para abortar en unos plazos determinados, basada en el consenso científico y que sólo establece excepciones en casos de riesgo para la vida de la gestante o de riesgo grave de malformaciones congénitas del feto.

¿Qué tiene esto que ver con la imagen de un niño de cerca de un año de edad que nos pide que “protejamos su vida”, al lado de un cachorro de lince ibérico presentado como “protegido”? ¿Quién pretende matar a niños ya nacidos, o incluso a punto de nacer? Contagiados por el estilo de demagogia populista de su cadena de emisoras radiofónicas, los obispos españoles parecen querer emular a aquellos curas trabucaires de otros tiempos, empeñados siempre en imponer sus ideas, creencias y códigos de conducta al resto de los españoles con la fuerza de las armas.

El despropósito publicitario de los jerarcas católicos españoles se descalifica por sí sólo y únicamente logrará convencer a quienes siguen creyendo en la fe del carbonero. Pero haría muy bien el Gobierno del presidente Rodríguez Zapatero en tomar nota de este nuevo despropósito episcopal para exigir la derogación inmediata del actual régimen de relaciones del Estado con la Iglesia católica, en especial en materia de financiación. Somos amplia mayoría los ciudadanos de este país que no estamos dispuestos a seguir sufragando con nuestros impuestos campañas publicitarias demagógicas, al servicio del fundamentalismo integrista de unos obispos trabucaires, cada vez más equiparables a los ayatolás y talibanes.

Jordi García-Soler es periodista y analista político

elplural.com

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