lunes, 12 de mayo de 2008

MAYO DEL 68, RECUERDOS





Han pasado 40 años desde este famoso mes de mayo y se aprovecha la fecha para que la reacción denuncie todos los males que debemos a una rebelión en la que estudiantes y trabajadores se echaron a la calle para pedir un mundo mejor y más justo, cosas intolerables para los capitalistas que nos gobiernan.

Como no soy intelectual hablare de lo que conozco, los sabios análisis quedan para otros. Viví estos acontecimientos en directo, ya que vivía por entonces en el barrio Latino, en el corazón de las barricadas.

El porque empezó la protesta todo el mundo lo sabe, los estudiantes no deseaban seguir los dictados de una sociedad patriarcal y autoritaria. Hubo manifestaciones en el Barrio Latino, los CRS cargaron contra los jóvenes, consiguiendo así mayor movilización. Las protestas continuaron durante días hasta culminar en la noche del 11 de mayo. Las fuerzas represivas se lanzaron contra los estudiantes en esa noche, las barricadas se construyeron rápidamente, coches y materiales de construcción no faltaban y los parisinos siempre han sabido como hacerlas.

Recuerdo que estábamos viendo en la tele el cine-club, esa noche pasaban” Metrópolis” de Fritz Lang, historia de unos trabajadores que se rebelan contra la explotación, una vez acabada la película oímos gritos y explosiones, como si fuera la prolongación del film, salimos a la calle y asistimos a las cargas de los CRS contra los estudiantes, a los que arrastraban por los cabellos mientras los aporreaban, a cada vez que salíamos a protestar éramos amenazados y dispersados con granadas lacrimógenas, “mirad como corren las palomitas” decían riendo las fuerzas del orden mientras tosíamos medio ahogados. Quisimos llamar a gente de fuera del barrio, periodistas y políticos, para denunciar la represión, pero habían cortado las líneas telefónicas, por fin un premio Nóbel salio a la calle para decir a los represores que estaba dispuesto a denunciar sus actos.

Los manifestantes corrían e intentaban refugiarse en casas particulares, no siempre lo conseguían. Alguien llamo a nuestra puerta, una joven nos pidió refugio, la policía iba a por ella, la escondimos debajo de una cama, los CRS, quisieron entrar en casa amenazándonos con la metralleta, mi marido les cerro el paso con nuestro hijo de meses entre los brazos, así que no entraron, se marcharon no sin antes echar varias granadas en el patio del edificio.

Una vez pasado el peligro estuvimos hablando con la manifestante toda la noche, las calles estaban tomadas y no podía salir, nos agradeció nuestra ayuda, ella, con su marido, venia de Berlín done participo en las manifestaciones contra la guerra del Vietnam. Según nos dijo allí los vecinos entregaban los manifestantes a las fuerzas represivas.

Nosotros le respondimos que era normal que la acogiéramos, siendo, como éramos, militantes anti-franquistas. La joven nos contó emocionada que los españoles salvaron a su familia perseguida por los nazis pasándolos por las montañas.

Casualidades de la vida, o quizás el hecho de que la gente que lucha acaba encontrándose para apoyarse los unos a los otros.

La noche acabó y mi marido acompañó a la joven fuera del barrio haciéndola pasar por su mujer, todo el mundo era controlado, el barrio estaba tomado por las fuerzas del orden, pero las barricadas, ahora desiertas, y los coches incendiados testimoniaban de la valentía con que los estudiantes se defendieron, no seria la ultima noche de mayo, no serian las últimas barricadas.

Cuando baje al patio a la mañana siguiente apenas se podía respirar debido a los gases, un joven cartero distribuía el correo, ¿Qué ha pasado aquí? Se lo conté y su respuesta fue inmediata, los estudiantes han empezado, ahora seremos los trabajadores que seguiremos sus pasos. Así fue y la unión de trabajadores y estudiantes fue lo que hizo la fuerza del Mayo francés.

Conseguimos liberar el barrio, se ocupo la Sorbona y el Odeon, en las escuelas y universidades los estudiantes de todas las edades se reunían para discutir del modelo de enseñanza que deseaban y de las relaciones con los profesores, que querían basadas en algo más que en el autoritarismo obsoleto.

Hubo la gran manifestación, un millón de personas vino al barrio Latino para sostener a los jóvenes y protestar por la brutal represión. Mi marido me decía emocionado,”esto es el final del capitalismo, todos son jóvenes y acabaran con el”, no fue así, las historias no siempre terminan bien.

Al día siguiente fue la huelga general, los trabajadores se unieron a la protesta y ocuparon las fábricas, en toda Francia.

Los CRS-SS habían cortado nuestro barrio liberado y por la noche las granadas, los gritos y las barricadas continuaban, mi marido y yo nos turnábamos, uno se quedaba con los niños y el otro iba a enfrentarse con los guardias. Lo que deseaban impedir es que pasáramos a la orilla derecha del Sena, los barrios de los ricos, aun así lo conseguimos y juntos obreros y estudiantes desfilamos por los elegantes Campos Elyseos, los españoles reagrupados cantábamos “A las barricadas”, algunos llorábamos pensando en los sufrimientos de nuestro exilio y en los que murieron por defender la República.

Fueron unos días de fraternidad y alegría, la noticia de que de Gaulle había huido a Alemania para ponerse bajo la protección del general Massu, torturador en Argelia, no dejo de alegrarnos, así mostraba su verdadera naturaleza semejante héroe, durante la guerra con Alemania se refugio en Inglaterra, ahora se refugiaba en Alemania huyendo del pueblo francés.

El miedo de la burguesía fue enorme, muchos sacaron sus dineros para llevárselos a Suiza, joyas, barras de oro, arramblaban con todo, huían despavoridos de lo que temían que fuera una revolución.

Los rumores empezaron a circular por Paris, los tanques habían cercado la capital y no esperaban más que las órdenes de cualquier general para acabar con nosotros. El PCF hizo todo lo posible por cortar el movimiento contestatario, en primer lugar no lo controlaban y además corrían el peligro de que se les pusiese fuera de la ley, cosa que les aterraba. Los militantes mas comprometidos fueron expulsados y todos fuimos tachados de izquierdistas que hacíamos el juego de la burguesía, en esto fueron apoyados por los sindicatos, las huelgas y ocupaciones habían partido de las bases y ellos no hicieron más que seguir el movimiento.

El 30 de mayo de Gaulle habló, ordenó a la mayoría silenciosa a manifestarse, disolvió la Asamblea Nacional, programando nuevas elecciones y restableció el temido SAC, movimiento creado para luchar contra la OAS en tiempos de la guerra de Argelia y controlado por Charles Pascua, todos le temían ya que se sospechaba su intervención en crímenes y delitos, al servicio de la República Gaullista.

Los Campos Elyseos fueron invadidos esta vez por la derecha, los hijos e hijas de papa desfilaron vestidos con sus mejores galas para protestar por el hecho de que los malditos obreros y estudiantes hubiesen tenido la audacia de pasar bajo el Arco de Triunfo, dedicado a los soldados que los capitalistas mandaron a morir para defender sus intereses.

Inmediatamente los políticos que habían acompañado de lejos el movimiento de contestación pidieron que el orden fuese restablecido y que se esperase el veredicto de las urnas, el barrio fue de nuevo ocupado por los CRS que en las esquinas nos mostraban las metralletas.

Mi hija de cuatro años y su prima de la misma edad tenían algo de miedo, yo les dije que cuando pasasen delante de cualquier policía se cogiesen de la mano y cantasen la Internacional, cosa que hacían tanto en las calles como en los comercios y la verdad es que eran muy aplaudidas.

Los obreros volvieron al trabajo, los acuerdos de Grenelle les otorgaron algunas subidas de salarios, un año después la inflación había terminado con esas ventajas. Todos gritaron que no era eso lo que querían, deseaban otra sociedad, habían soñado con ella, pero la fiesta había acabado. Una trabajadora se hizo famosa al salir en un documental en el que lloraba diciendo que no quería volver a la fábrica, sus compañeros la arrastraban casi, hacia lo que parecía ser para ella un lugar de suplicio, lo que fue de ella, no ha podido saberse.


La sociedad nunca fue igual después de estos acontecimientos, los movimientos de liberación continuaron abriéndose camino, las mujeres conseguimos en Francia el derecho al aborto y aprendimos a luchar por nuestros derechos, el ansia de libertad prendió en muchos corazones. Bastó que unos jóvenes, unos niños, se atreviesen a levantar los ojos del suelo y gritasen ¡El rey esta desnudo!, el papa el general el padre, nadie se había dado cuenta antes pero que están desnudos ya nadie lo podrá olvidar, jamás.

Mayo no fue solamente un fenómeno francés, aquella primavera prendió en el mundo entero. Los jóvenes de los Estados Unidos habían empezado la protesta contra la guerra imperialista en Vietnam, aquello politizó aun mas en Europa a una juventud a la que las guerras coloniales, las luchas de liberación nacional de los pueblos del tercer mundo, habían abierto los ojos sobre el carácter asesino del capitalismo, fue aquella una juventud combativa.

No fue solo en Europa, sino en Corea, en Japón en América Latina, donde se pidió un cambio de sociedad. Recordemos las matanzas de Méjico, reunidos los estudiantes en la plaza de las Tres Culturas, fueron ametrallados por el ejército, los Juegos Olímpicos debían celebrarse con tranquilidad. Oficialmente hubo 300 muertos y cientos de desaparecidos, sus padres, torturados y amenazados, nunca han dado con sus cuerpos, lo mismo que en la España de Franco, dos países hermanos, los mismos enemigos.

Hoy día todo el mundo agita banderitas del Tibet, defendiendo un país teocrático, se denuncia la represión contra unos cuantos monjes en una provincia que la CIA quisieras ver separada de la China.
Recordemos que la matanza de los jóvenes mejicanos no fue denunciada por los países participantes, ni por los atletas, los deportistas ganaron unas medallas manchadas de sangre.

La burguesía tuvo miedo de nuestro Mayo, y el fantasma de aquella primavera sigue recorriendo el mundo. Sarko promete acabar con su espíritu, la Conferencia Episcopal edita cuentecitos para niños para explicarles los horrores de los revolucionarios, el daño que pueden hacer a sus jóvenes almitas. El PP le acusa de todos los males de la enseñanza, y no paramos de contar los libros y estudios sesudos en los que se nos explica que fuimos infantiles y bastante imbéciles. Todas estas campañas no hacen más que mostrar el miedo del capital a que el anhelo de libertad vuelva a prender en el corazón de los jóvenes.

Acabare con la frase de Mayo “Seamos realistas, pidamos lo imposible” Lo imposible si lo deseamos y somos capaces de luchar por ello, dejara de ser imposible.

Pidamos la III República, luchemos por ella, esta al alcance de nuestras manos.

MILAGROS RIERA







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