Un pedido de explicaciones a la Iglesia por los desaparecidos durante la dictadura argentina
Abuelas
y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el CELS y Familiares de
Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas reclamaron “una
aclaración oficial y pública” a raíz del llamado a frenar los juicios
contra los represores.
Cuatro organismos de
derechos humanos le pidieron a la Conferencia Episcopal Argentina “una
aclaración oficial y pública” sobre declaraciones del obispo Jorge
Casaretto, quien durante una charla en la Universidad Católica sugirió
una supuesta contradicción entre el avance de los procesos por delitos
de lesa humanidad y el conocimiento de la verdad, propuso “desandar esa
ecuación de tanta justicia” (sic) y “esperar que pasen las elecciones e
insistir” en la necesidad de una “reconciliación”, eufemismo histórico
para ocultar el reclamo de impunidad por los crímenes de la última
dictadura. Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea
Fundadora, el CELS y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones
Políticas le recordaron además al presidente del Episcopado, José María
Arancedo, que recibieron “con expectativa el compromiso asumido por el
papa Francisco” de abrir “los archivos secretos de la Santa Sede para
ayudar en la búsqueda de datos de personas desaparecidas”.
Estela de Carlotto (Abuelas), Marta
Vázquez (Madres LF), Horacio Verbitsky (CELS) y Lita Boitano
(Familiares) advirtieron su preocupación por los dichos de Casaretto en
el panel “Una reflexión sobre los años ’70: de la lógica del
enfrentamiento a la cultura del diálogo”, que convocó la UCA a
principios de agosto. “Hoy ninguna fuerza política habla de
reconciliación, es un tema tabú en las elecciones. Pero la
reconciliación debe estar en la agenda del futuro próximo de Argentina,
debemos esperar que pasen las elecciones e insistir”, dijo el obispo
emérito de San Isidro, según informó Infobae. “Tenemos que llegar a
saber toda la verdad”, afirmó Casaretto, y sugirió que “hay una ecuación
que no termina de funcionar, porque cuanto más justicia aplicamos
parece que menos verdad recuperamos, y cuanta más verdad queremos
recuperar, más suaves tenemos que ser en la justicia aplicada”. Agregó
que “en Argentina privilegiamos la justicia, que por otra parte no es
una justicia totalmente imparcial” y planteó que “tenemos que desandar
esa ecuación de tanta justicia, que va en contraposición con la verdad”.
Las declaraciones de Casaretto “intentan
oponer los valores de la justicia y la verdad”, advierten los
organismos. También “contradicen los principios fundamentales del
derecho internacional de los derechos humanos”, que obligan al Estado a
investigar y juzgar a responsables de graves violaciones a los derechos
humanos y a revelar las circunstancias de tales violaciones. “El derecho
a la verdad es inseparable del derecho a la justicia y de ningún modo
puede ser considerado como una alternativa a la obligación de
investigar, procesar y castigar”, señalan. “Verdad y justicia no son
‘opciones’ frente a las cuales el Estado tiene que elegir sino
obligaciones que debe cumplir en conjunto”, recuerdan.
“La verdad es y debe ser el fin
inmediato de todo proceso, cuyo valor último es la justicia”, explican
los titulares de los cuatro organismos, nacidos en pleno terrorismo de
Estado. “Nunca puede entonces ser viable, para ningún proceso penal, la
ecuación ‘a más justicia, menos verdad’”, señalan, y recuerdan que
mientras rigieron las leyes de impunidad “no había justicia y tampoco
había verdad”. La reapertura de los juicios, en los que actúan como
querellantes, implicó en cambio “una valiosa contribución al
conocimiento de la verdad”, advierten, y enumeran ejemplos: la
recuperación de la identidad de niños/as nacidos en cautiverio o
secuestrados con sus padres, la reconstrucción del cautiverio de muchos
detenidos-desaparecidos, la localización e identificación de sus restos,
la reconstrucción de las estructuras de Inteligencia, la identificación
de miembros de grupos de tareas que intentaron ocultarse detrás de
apodos y alias, el conocimiento de metodologías de exterminio como los
vuelos de la muerte y el funcionamiento de la coordinación represiva
regional en la causa del Plan Cóndor. Todo ese caudal de información “se
suma a la solidez del conocimiento acumulado en la Conadep y el Juicio a
las Juntas”, reconocen los organismos.
“La Iglesia es parte de este proceso de
justicia”, le recuerdan a Arancedo, tanto por la colaboración de
sacerdotes en delitos como por quienes fueron víctimas de la represión, y
manifiestan su “expectativa” ante el compromiso asumido por el ex
cardenal Jorge Bergoglio de abrir los archivos del Vaticano. A partir de
las frases de Casaretto, solicitan a la CEA “una aclaración que permita
dar tranquilidad al conjunto de la sociedad y contribuya a afianzar una
posición de colaboración sustantiva de vuestra institución con el
proceso de memoria, verdad y justicia en curso”.
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