Félix Rodríguez, el agente CIA que mató al CHE
Trayectoria de un asesino que ahora se encuentra en Panamá participando en foros de debate
En
Miami, se cuenta cómo George Bush, el padre, entonces operativo de la
CIA encargado de operaciones anticubanas, conoció a Félix Rodríguez
Mendigutía, ex agente de la policía de Batista, mientras reclutaba a
emigrados cubanos para conformar una tropa de matones y saboteadores.
Después de un riguroso entrenamiento, el grupo de élite iba a actuar
en territorio cubano simultáneamente a la invasión de Playa Girón en el
marco de la famosa Operación 40- concebida por el vicedirector de la
CIA, Charles Cabell.
Así
fue como se reunió a individuos tales como: Luis Posada Carriles, Frank
Sturgis, E. Howard Hunt, Guillermo e Ignacio Novo Sampoll, Rafael
Quintero, José Basulto, Herminio Díaz y Bernard Barker, que luego
aparecieron vinculados a los trucos más sucios de los que conformaban ya
la mafia miamense.
Sobrino
de José Antonio Toto Mendigutía Silvera, Ministro de Obras Públicas y
cercano colaborador del dictador cubano Fulgencio Batista, el joven
Félix Rodríguez (más precisamente Félix Ismael Fernando José Rodríguez
Mendiglutía), ex alumno de la Havana Military Academy y agente del
aparato represivo batistiano, tenía todas las características para
sumarse a esta tropa de sicarios.
Apenas
reclutado, Félix Rodríguez parte hacia la base norteamericana del canal
de Panamá para recibir entrenamiento en sabotaje y terrorismo.
UNA PRIMERA MISIÓN DESASTROSA
Pocos
meses más tarde, a finales de 1960, la CIA le confía su primera
misión. Llega a Cuba el 14 de febrero de 1961, con otros agentes, a
bordo de una lancha rápida que los deja en una zona próxima a Arcos de
Canasí, en los límites de las provincias de La Habana y Matanzas.
Desembarca
con dos toneladas de equipos y explosivos que son descubiertos, pocos
días después, por la Seguridad de Estado cubano, gracias a un agente
infiltrado en la operación.
Félix Rodríguez también venía con instrucciones para la contrarrevolución interna para que, entre otras operaciones, se provocara la voladura del puente de Bacunayagua en los momentos en que se produjera la invasión proyectada.
Félix Rodríguez también venía con instrucciones para la contrarrevolución interna para que, entre otras operaciones, se provocara la voladura del puente de Bacunayagua en los momentos en que se produjera la invasión proyectada.
Llega
el momento de la invasión de Playa Girón (Bahía de Cochinos). Fracasa
miserablemente, en menos de 72 horas. La Revolución Cubana no sólo
aplasta entonces a la fuerza invasora sino que se capturan más de un
millar de mercenarios.
Perseguido por la Seguridad del Estado, Rodríguez se esconde en casa de un contrarrevolucionario y contacta con un funcionario de la embajada española, agente de la CIA, quien organiza su salida del país a través de la embajada venezolana.
Perseguido por la Seguridad del Estado, Rodríguez se esconde en casa de un contrarrevolucionario y contacta con un funcionario de la embajada española, agente de la CIA, quien organiza su salida del país a través de la embajada venezolana.
Tras
la derrota de Playa Girón los círculos extremistas de Miami acusaron
furiosamente al gobierno de Kennedy de haberlos traicionado. Pero el
presidente estaba también furioso. Despidió al director de la CIA, Allen
Dulles, a su vicedirector, Charles Cabell, y al jefe de las operaciones
encubiertas, Dick Bissell.
En
1963, Kennedy es asesinado. La implicación de varios conspiradores
cubanos, incluyendo a Félix Rodríguez, Frank Sturgis, Herminio Díaz,
Orlando Bosch, los hermanos Guillermo e Ignacio Novo Sampoll y,
particularmente, Luis Posada Carriles, es considerada por varios
investigadores del tema. Por otro lado, el papel de George Bush, Richard
Nixon y de varios reyes del petróleo de Texas es también cuestionado.
George
Bush estaba en Texas aquel día. Siempre dijo no recordarse con
precisión de sus actividades. Tampoco Félix Rodríguez se recuerda. Sin
embargo, años después, fue desclasificada una carta del Jefe del FBI, en
la cual J. Edgar Hoover explicaba cómo un tal Señor George Bush de la
CIA había informado acerca de la reacción de los círculos
cubano-americanos de Miami después del asesinato.
EN FORT BENNINGS, CON POSADA Y MAS CANOSA
A
su regreso de Cuba, por órdenes de la CIA, Félix Rodríguez pasa un
curso en Fort Bennings con los elementos más fanáticos de la Operación
40, entre otros Luis Posada Carriles, futuro jefe de pandilla
terrorista, y Jorge Mas Canosa, quien fundara y dirigirá la terrorista
Fundación Nacional Cubano-Americana.
Luego
fue enviado a Nicaragua con un grupo de agentes que atacó el buque
español Sierra de Aranzazu como represalia por las relaciones mantenidas
por España con Cuba. El ataque terrorista crea tal escándalo que la CIA
retira su tropa anti-cubana, supuestamente de élite.
Según
su propio testimonio desclasificado, en junio de 1967, Félix Rodríguez
recibe una llamada de un oficial de la CIA que se identifica como Larry
S. quien le propone sumarse a una operación destinada a capturar al Che
Guevara cuya presencia en Bolivia está confirmada. Rodríguez usará el
nombre de Félix Ramos Medina. Terminará con el apodo de El Gato.
Viajará
con otro mercenario cubano americano de apellido González, con el cual
llega en La Paz, la capital boliviana, el 2 de agosto de 1967. Son
recibidos por el oficial de caso, denominado Jim, y un oficial boliviano
de inmigración. La estación CIA es dirigida por John Tilton. Otro
cubano-americano, Gustavo Villoldo, se sumará pronto a Rodríguez y
González.
El 31 de agosto, Rodríguez tiene una primera oportunidad de ejercer sus talentos en materia de interrogatorio. José Castillo Chávez, Paco, un miembro de la tropa del Che cae preso. Rodríguez se desplaza por avión desde Santa Cruz hasta Vallegrande, acompañado por el Mayor Arnaldo Saucedo.
El 31 de agosto, Rodríguez tiene una primera oportunidad de ejercer sus talentos en materia de interrogatorio. José Castillo Chávez, Paco, un miembro de la tropa del Che cae preso. Rodríguez se desplaza por avión desde Santa Cruz hasta Vallegrande, acompañado por el Mayor Arnaldo Saucedo.
El
22 de septiembre, los guerrilleros toman el caserío de Alto Seco pero
luego caen en una emboscada en la población de Jagüey donde mueren Coco
Pedredo, Manuel Hernández Osorio y Mario Gutiérrez Arcaya. Los militares
atan los cadáveres sobre unos burros y aparecen así ante los campesinos
horrorizados de Pucará, a poca distancia. El informe sobre el incidente
estará entregado directamente al agente de la CIA Félix Ramos.
Este
día el guerrillero Antonio León Domínguez Flores aprovecha el combate
para alejarse de sus compañeros y luego entregarse al ejército. El
Gato Ramos se encargará de sacarle toda la información. Incluso
torturándolo y usándolo de informante al encarcelarlo junto al
guerrillero preso Ciro Roberto Bustos.
La traición de León y la muerte de tres compañeros significaron indiscutiblemente un golpe muy grave para la guerrilla del Che.
Rodríguez
afirma que impulsó entonces al Coronel Joaquín Zenteno Anaya, jefe de
la Octava Division del Ejército boliviano, desplazar a su 2do Batallón
de Rangers desde su cuartel general de La Esperanza hacia Vallegrande.
Los
soldados bolivianos conformando el batallón han sido entrenados por los
instructores dirigidos por el Mayor norteamericano de Tropas Especiales
Pappy Shelton.
El 29 de septiembre, el Coronel Zenteno ordena a sus 650 Rangers dirigirse hacia el sector de Vallegrande con el objetivo de rodear a la tropa guerrillera. Rodríguez acompaña a la tropa. Protegiendo más que nunca su verdadera identidad, el oficial CIA se hace designar exclusivamente bajo el nombre de Capitán Ramos,
El 29 de septiembre, el Coronel Zenteno ordena a sus 650 Rangers dirigirse hacia el sector de Vallegrande con el objetivo de rodear a la tropa guerrillera. Rodríguez acompaña a la tropa. Protegiendo más que nunca su verdadera identidad, el oficial CIA se hace designar exclusivamente bajo el nombre de Capitán Ramos,
El 30 de septiembre, el Che y su grupo son ubicados en el sector de Valle Serrano.
El 8 de octubre, en los alrededores de las 3:30 de la tarde, el Che cae preso después de agotar sus municiones en un combate donde recibe una herida en la pierna. El enfrentamiento dejó muertos a tres guerrilleros y dos soldados.
El 8 de octubre, en los alrededores de las 3:30 de la tarde, el Che cae preso después de agotar sus municiones en un combate donde recibe una herida en la pierna. El enfrentamiento dejó muertos a tres guerrilleros y dos soldados.
A
las 4:00 PM, es conducido frente a un capitán de apellido Prado quien
ordena a su operador radio de avisar a Vallegrande de la captura.
Ileanna Ros y Félix Rodríguez
INSULTA AL CHE AMARRADO EN EL SUELO
El
mensaje Caída de Ramón confirmada revela la noticia al Coronel
Zenteno en Vallegrande quien, asombrado, exige una segunda confirmación y
luego de obtenerla ordena el traslado del Che a La Higuera
justo antes
de avisar a Félix Rodríguez, en Vallegrande, con otro mensaje en clave.
En
las horas siguientes, el Presidente norteamericano Lyndon B. Johnson es
avisado por su asesor Walt Rostow, con un memorandum urgente, que el
Che está preso en Bolivia.
Según su versión de los eventos, Félix Ramos Rodríguez llega en helicóptero a La Higuera a las 6:15 de la mañana, el día 9, con Zenteno Anaya quien dejó en Vallegrande a su propio jefe de inteligencia, Saucedo Parada, por falta de espacio en el pequeño aparato. El Gato trae un potente radio y una cámara.
Según su versión de los eventos, Félix Ramos Rodríguez llega en helicóptero a La Higuera a las 6:15 de la mañana, el día 9, con Zenteno Anaya quien dejó en Vallegrande a su propio jefe de inteligencia, Saucedo Parada, por falta de espacio en el pequeño aparato. El Gato trae un potente radio y una cámara.
Observa al Che tendido en el suelo, los brazos atados en la espalda y sus pies amarrados y empieza a insultarlo con desprecio.
Luego,
transmite con su radio un mensaje cifrado a la estación CIA más cercana
para su retransmisión hacia el cuartel general de la CIA en Langley,
Virginia. Empezó a fotografiar sistemáticamente todos los documentos
encontrados con el Che, incluso su diario, página por página.
Realiza un número de fotos del Che que la CIA mantiene secretas hasta hoy.
Este mismo día, el dictador boliviano Barrientos recibe del embajador norteamericano Henderson la orden de muerte del Che.
Este mismo día, el dictador boliviano Barrientos recibe del embajador norteamericano Henderson la orden de muerte del Che.
Félix Rodríguez recibe luego un mensaje cifrado dando el código establecido para la ejecución.
Según
los documentos norteamericanos desclasificados, será el propio
mercenario cubano americano que informará, una hora más tarde, al
Coronel boliviano Zenteno de la decisión.
Sobre este tema, Ramos-Rodríguez pretenderá luego que tenía la orden de sus superiores de la CIA de mantener el Che vivo a todo costo. Según sus pretensiones, la CIA y el Gobierno norteamericano habían preparado condiciones para llevarse al Che a Panamá, usando helicópteros y aviones. Lo que no corresponde de ninguna manera a lo que sucederá.
Sobre este tema, Ramos-Rodríguez pretenderá luego que tenía la orden de sus superiores de la CIA de mantener el Che vivo a todo costo. Según sus pretensiones, la CIA y el Gobierno norteamericano habían preparado condiciones para llevarse al Che a Panamá, usando helicópteros y aviones. Lo que no corresponde de ninguna manera a lo que sucederá.
Rodríguez
afirmará que frente al Coronel Zenteno quien dice que debe obedecer a
las órdenes recibidas (a través de Ramos), decidió dejar la historia
seguir su curso.
En su relación de los eventos, Rodríguez-Ramos, agente de la CIA y torturador formado en Fort Bennings toma la precaución de atribuirse sentimientos humanitarios, algo obviamente absurdo de parte de una crápula de tal dimensión.
En su relación de los eventos, Rodríguez-Ramos, agente de la CIA y torturador formado en Fort Bennings toma la precaución de atribuirse sentimientos humanitarios, algo obviamente absurdo de parte de una crápula de tal dimensión.
Aquellas
afirmaciones del hombre que luego participará, en Vietnam, en la
operación de exterminio de militantes comunistas denominada Phoenix
-una verdadera masacre- sólo merecen estar archivadas al lado de las
frases inventadas del Che que la CIA difundió y sigue difundiendo, hasta
en Internet.
Lo
cierto es que será al Capitán Ramos y no al coronel boliviano a quien
llega la orientación de matar al Che. El Gato la comunica al coronel
boliviano y luego dirige la ejecución.
Según
el joven soldado Eduardo Huerta Lorenzetti quien estaba de guardia en
la escuelita donde yace el Guerrillero Heroico, el agente
cubano-americano de la CIA entra repentinamente y zarandea al Che atado
por los hombros para que hablara, lo hala bruscamente por la barba y le
grita que lo va a matar.
Huerta trata de intervenir pero El Gato lo amenaza gritándole ¡boliviano de mierda!.
La discusión quedó interrumpida por la llegada de un cadáver y otro prisionero, Juan Pablo Chang Navarro El Chino, casi ciego.
La discusión quedó interrumpida por la llegada de un cadáver y otro prisionero, Juan Pablo Chang Navarro El Chino, casi ciego.
Ramos le da golpes al preso y luego, con una bayoneta, le provoca varias heridas intentando que hable, sin lograrlo.
MANDÉ A TERÁN QUE CUMPLIERA LA ORDEN
Félix Rodríguez, alias Capitán Ramos, alias El Gato, ordena entonces al Sargento Jaime Terán asesinar al Che.
Lo
confesó a la revista española Cambio 16, edición del 18 de diciembre de
1998: Salí y mandé a Terán que cumpliera la orden. Le dije que debía
dispararle por debajo del cuello porque tenía que parecer muerto en
combate.
Asustado, Terán no llega a disparar sobre el Guerrillero Heroico.
- ¡Dispara cojudo, dispara!, le grita Ramos a Terán.
Terán sigue sin disparar y sale de la escuelita.
El Gato grita amenazas y le ordena terminantemente entrar de nuevo y cumplir con la orden.
Terán, finalmente, dispara.
Entonces,
el agente de la CIA Félix Rodríguez imitando cobardemente a unos
militares presentes, dispara hacia el cuerpo del Guerrillero Heroico.
Esta
mima tarde, Rodríguez sale de La Higuera en helicóptero hacia
Vallegrande. Contará que al llegar sabiendo que la gente de Castro
estarían mirando para agentes de la CIA, se puso la gorra del ejército
boliviano.
El
corresponsal de The Guardian, el inglés Richard Gott, escribe en aquel
momento que al llegar el cuerpo del Che en Vallegrande, la operación fue
dejada en manos de un hombre en traje de campaña cuya descripción
corresponde a Félix Rodríguez.
! VAMOS A LLEVARNOLOS PALCARAJO!
El cadáver fue trasladado a un camión.
Gott
contó cómo Las puertas del camión se abrieron de repente y el agente
americano saltó, emitiendo un grito de guerra: !Vamos a llevárnoslos
palcarajo!
A uno de los corresponsales quien le preguntaba de dónde venía, Ramos-Rodríguez le contestó bruscamente: ¡De ninguna parte!
Gott
anotó cómo El Gato miraba iracundo cada vez que una cámara era
dirigida hacía él. También observó cómo este capitán estaba hablando
con los oficiales de mayor grado en términos familiares.
En
el hotel de Vallegrande, los agentes de la CIA, encabezados por Félix
El Gato Rodríguez, y oficiales bolivianos, festejaron la muerte del
Che.
Según los testigos, Félix Rodríguez abrió una botella de whisky y brindó a los presentes.
En las horas siguientes, El Gato también participó en la decisión de cortarle las manos al Che para su posterior identificación.
En las horas siguientes, El Gato también participó en la decisión de cortarle las manos al Che para su posterior identificación.
Terminada
su bochornosa misión de sicario, Félix Rodríguez salió de Vallegrande
para Santa Cruz, luego a Panamá y finalmente a Estados Unidos.
TORTURADOR EN VIETNAM
El 24 de febrero de 1969, Rodríguez obtiene la ciudadanía norteamericana.
La
CIA lo manda a Saigón, en Vietnam, donde se dedica a torturar e
interrogar a los prisioneros al lado de Ted Shackley, quien fuera Jefe
de la gigantesca estación CIA JM/Wave de Miami, encargada de las
operaciones contra Cuba.
Con
extrema violencia, participa en el Programa Phoenix. Según William
Colby, ex jefe de la CIA, esta operación de extrema represión dejó 26
369 muertos entre las 33 350 personas detenidas en los centros de
interrogatorios norteamericanos.
Félix
Rodríguez, integrando la empresa de cobertura Air América, trafica
luego heroína desde Laos para la red norteamericana de Santos
Traficante, el ex padrino habanero, al fin de influir en el conflicto
laosiano ganándose el apoyo de tribus aisladas. La operación está
dirigida por Donald Gregg, quien obedece a las orientaciones de Ted
Shackley.
Entre
1972 y 1973, Félix Rodríguez es instructor del Ejército Argentino
convocado por el entonces jefe del Cuerpo de Ejército I, general Tomás
Sánchez de Bustamante, a quien conoció en Vietnam.
Luego
aparece como hombre de confianza y de consulta de la agencia Trident
Investigative Services Inc. La agencia es representada en la Argentina
por John Battaglia Ponte, un uruguayo nacionalizado estadounidense y ex
agente de la CIA, que en los años 70 participó del llamado Plan Cóndor
que coordinó el accionar ilegal de los aparatos represivos del Cono
Sur.
En
agosto de 1974, George Bush, entonces director de la CIA, confía a
Orlando Bosch la responsabilidad de reunir el conjunto de los grupos
terroristas de Miami en un solo grupo, la famosa Coordinadora de
Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU) que luego realizara un
centenar de atentados en más de 25 países.
Félix
Rodríguez colabora con Bosch y cumple entonces varias misiones en
Uruguay, Brasil, Costa Rica, Honduras, Guatemala y El Salvador. Actúa en
América Central y ayuda a la fuga de Anastasio Somoza de Nicaragua.
Bush
desinformara al Congreso acerca de la muerte de Orlando Letellier, ex
ministro chileno y ex embajador de Chile en EE.UU., y de Ronni Moffit,
militante de los derechos humanos, asesinados en pleno Washington por
agentes de la dictadura de Pinochet y matones cubano-americanos
prestados por los hermanos Guillermo y Ignacio Novo Sampoll,
discípulos de Bosch, y también socios de Félix Rodríguez, desde la
famosa Operación 40.
CONDECORADO POR SU MENTOR
En 1976, Bush condecora a su socio Rodríguez con la medalla Estrella al Valor.
En 1979, Rodríguez se vincula al comercio de las armas en América del Sur, en asociación con Ted Shackley, su jefe en Saigón.
En 1979, Rodríguez se vincula al comercio de las armas en América del Sur, en asociación con Ted Shackley, su jefe en Saigón.
En
1981 Reagan y Bush ocupan la Casa Blanca y Félix Rodríguez cumple
varias misiones por cuenta de la CIA, paralelamente a sus varios
tráficos.
En
1982, el director de la CIA, William Casey, lanza la operación Black
Eagle para ampliar el papel de EE.UU. en América Central.
En
agosto, el vicepresidente George Bush nombra a Donald Gregg (el de
Laos) como Consejero para la Seguridad Nacional. Gregg manda a Félix
Rodríguez en misiones de apoyo a la Contra nicaragüense.
Rodríguez
organiza, con José Basulto (hoy cabecilla de Hermanos al Rescate) lo
que luego se calificó de mayor desvío de fondos de seguro social de la
historia de EE.UU. bajo el pretexto de organizar ilegalmente servicios
hospitalarios para los mercenarios de la Contra nicaragüense.
En
octubre 1984, Gerald Latchinian, vice-director de Giro Aviation, una
empresa aérea de la CIA manejada por Félix Rodríguez, es arrestado y
encarcelado por la importación de 10 millones de dólares de cocaína.
A
finales de 1984, Donald Gregg presenta al coronel Oliver North, jefe de
las operaciones en América central, a Félix Rodríguez. Rodríguez se
entrevista directamente con Bush el 22 de enero de 1985.
NARCOTRAFICANTE EN EL SALVADOR
También
a partir de este momento, en El Salvador, el ex miembro de la Operación
40 se encarga de coordinar las operaciones de transporte de enormes
cantidades de cocaína desde Colombia hasta los Estados Unidos.
La
CIA le ofrece, como principal ayudante, a su viejo socio, el
archí-terrorista Luis Posada Carriles, hoy enjuiciado en Panamá por un
atentado fracasado contra Fidel Castro.
Un ex agente de la DEA (la agencia federal norteamericana anti-droga), Celerino Castillo III, contó más tarde ante el comité de inteligencia de la Cámara cómo sus informantes descubrieron en la base de Ilopango almacenes de drogas, armas y dinero. También cómo se dieron cuenta de que muchos de los pilotos de los Contras estaban fichados como narcotraficantes en los dossier de la DEA.
Un ex agente de la DEA (la agencia federal norteamericana anti-droga), Celerino Castillo III, contó más tarde ante el comité de inteligencia de la Cámara cómo sus informantes descubrieron en la base de Ilopango almacenes de drogas, armas y dinero. También cómo se dieron cuenta de que muchos de los pilotos de los Contras estaban fichados como narcotraficantes en los dossier de la DEA.
El
18 de enero de 1985, Rodríguez se entrevista con Roberto
Milán-Rodríguez, el experto en lavado de dinero del Cartel de Medellín,
quien se jacta de haber ya lavado más de 1,5 mil millones de dólares
para su organización. Milán-Rodríguez le entrega 10 millones de dólares,
destinados a la Contra nicaragüense.
El
8 de mayo 1985, la oficina de Bush es alertada por Rodríguez de que un
aparato C-123 ha sido derribado por las fuerzas armadas nicaragüenses.
El piloto, Eugene Hassenfus, confiesa trabajar para la CIA bajo los
órdenes de Max Gómez (Félix Rodríguez) y Ramón Medina (Luis Posada
Carriles).
En
diciembre 1985, George Bush recibe abierta y desvergonzadamente a su
amigo Félix Rodríguez, torturador, asesino, ladrón y narcotraficante en
la Casa Blanca. Rodríguez participa ahí en la celebración de Navidad.
En
octubre del año siguiente, el General Singlaub se queja de los
contactos diarios de Rodríguez con la oficina de Bush, temiendo daños
para el presidente Reagan y el Partido Republicano.
HAS GANADO MUCHO RESPETO
En
1988, una comisión del Senado, dirigida por el senador John Kerry,
investiga la escandalosa operación de tráfico de drogas y de armas
involucrando a Oliver North, Donald Gregg, John Poindexter, Elliott
Abrams, Otto Reich, Richard Armitage, John Negroponte, Mitch Daniels y
Félix Rodríguez. Este último también tendrá que dar un testimonio, al
parecer bien arreglado: Has ganado mucho respeto en el proceso, le
comentará enigmáticamente George Bush en un mensaje personal que le
escribió.
En
1989, George Bush consigue la presidencia. En la toma de posesión,
Rodríguez está presente, al lado de un gran amigo, el General Rafael
Bustillos, jefe de la Fuerza aérea de
El Salvador.
Aunque Félix Rodríguez afirma entonces que abandona la CIA, el semanario
Rolling Stone revela que sigue visitando la agencia cada mes para recibir instrucciones y que lleva allí su Cadillac a prueba de balas para darle mantenimiento.
Rolling Stone revela que sigue visitando la agencia cada mes para recibir instrucciones y que lleva allí su Cadillac a prueba de balas para darle mantenimiento.
Félix Rodríguez, entretanto, anda por Miami, mafiando con su red de ex agentes, matones, conspiradores
HACIENDO SUS COMPRAS EN COSTCO
En
el juicio de los Cinco de Miami, se reveló cómo uno de los patriotas
cubanos se encontró, casualmente, algún fin de semana, con Félix
Rodríguez, que esperaba detrás de él en la caja de un supermercado
Costco de Miami. Pudo luego observar cómo salió, despreocupado, hacia su
lujoso vehículo en el parqueo del centro comercial.
Socio
de la cúpula terrorista cubano-americana de Miami y de los
archí-terroristas Posada y Bosch, torturador en Saigón, ladrón del
Watergate, narcotraficante de Laos y El Salvador, el mercenario de
Bolivia, El Gato Rodríguez se jacta hoy de haber matado al Che.
Conserva el reloj Rolex del Guerrillero Heroico tal cómo varias
reliquias de sus numerosas víctimas.
Héroe
del Imperio, el asesino condecorado anda libremente Miami, frecuenta a
los demás canallas de la cúpula mafiosa y sigue jactándose de sus
crímenes.
Vive en una lujosa casa de Miami-Dade.
En su sala exhibe sus trofeos.
Un Rolex GMT Master de acero y una pipa que pertenecieron al Che.
Así viven los asesinos, esbirros, torturadores y criminales de cualquier calaña en su santuario estadounidense de South Florida.
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