Su negativa impediría que salga a la luz una Ley sobre Salud Sexual y Reproductiva pionera en Latinoamérica
El presidente izquierdista de Uruguay veta la ley del aborto aprobada por el Senado
ELPLURAL.COM
Uruguay, un país pionero en la implementación de la ley del divorcio en América Latina, titubea ante el aborto. En realidad, no es el país sino su presidente quien duda. Tabaré Vázquez, el jefe del Gobierno socialista de Uruguay, ha anunciado que vetará la ley aprobada por el Senado que despenaliza el aborto. Según la Constitución uruguaya, el jefe del Ejecutivo puede vetar las leyes siempre que lo haga en un plazo máximo de 10 días y con el consentimiento del ministro del área en cuestión. Vázquez, que cuenta con el apoyo de la titular de Sanidad, María Julia Muñoz, ha aseverado reiteradamente que recurrirá la ley no por convicciones religiosas sino por convencimiento médico. Su oposición condena la iniciativa al fracaso: es prácticamente imposible que se reúna la mayoría de tres quintos necesaria para superar el veto en la Asamblea.
El pasado martes, el Senado uruguayo consagró la Ley sobre Salud Sexual y Reproductiva que contempla el derecho a interrumpir el embarazo en las primeras 12 semanas de gestación y “en aquellos casos de penuria económica, familiar, riesgos para la salud de la madre o malformaciones del feto”. Los miembros más progresistas del cuerpo sacaron adelante la norma con 17 votos de 30, según informó un portavoz de la Cámara Alta.
La Cámara de Diputados da el visto bueno
La iniciativa, había sido vista una semana antes por la Cámara de Diputados. Este organismo la aprobó por un margen estrecho de 49 votos contra 48, pero rechazó un artículo que, curiosamente, no se refería al aborto sino a los derechos sexuales, citándoles como “derechos humanos universales, intransferibles e inalienables”. La discrepancia en torno a este párrafo obligó a devolver el texto al Senado para modificarlo, a pesar de que ésta cámara había refrendado ya la norma en noviembre de 2007.
El escollo presidencial
Superado el escollo del artículo en cuestión y con el nuevo visto bueno de la Cámara Alta, es Vázquez, que ya había anunciado al tomar el poder en 2005 que vetaría cualquier medida a favor de la interrupción del embarazo, quien se opone a la medida. Una respuesta curiosa viniendo de un dirigente socialista –de la coalición progresista Frente Amplio-. Su negativa, además, condena a la norma al fracaso: el jefe del Estado debe promulgar o vetar las leyes. Y si decide vetar el proyecto –algo altamente probable, por demás- la Asamblea General requerirá una mayoría de tres quintas partes para sacarlo adelante, informa el rotativo argentino La Gaceta. Una posiblidad altamente improbable teniendo en cuenta que los derechistas del Partido Nacional y del Partido Colorado tienen 61 de los 130 escaños existentes.
La sociedad, a favor de despenalizar el aborto
A pesar de esto, la sociedad uruguaya aprueba la despenalización del aborto. Un 57% de la población refrenda la medida, en tanto el 42% se muestra en contra y el 1% prefiere no opinar. Con estas referencias, los mismos senadores han hecho un llamamiento a Vázquez para que no vete la norma: piden un referéndum y que sea la sociedad uruguaya la que decida, informa el diario local espectador.com.
Los colectivos sociales piden un referéndum
Por otra parte, los líderes de movimientos ciudadanos como Mujer y Salud “están haciendo los esfuerzos necesarios para que el gabinete ministerial no de curso a la solicitud de veto”, en palabras de su presidente Lilán Abracinskas, que se refirió a la ley como “un hecho histórico para el país”. También desde estos grupos se apuesta por la democracia directa a través del referéndum. En el extremo opuesto, plataformas como la Coordinadora Nacional por la vida, ha censurado la “mala noticia”, mostrando su preocupación porque “el Parlamento de la Nación haya aprobado una ley de este tipo, que está consagrando y pasando por arriba el primero de los derechos humanos, que es el derecho a la vida”. Desde este colectivo apuestan férreamente por el veto del presidente.
Repercusión en España
Mientras tanto, en España medios católicos como la COPE o plataformas ultra conservadoras como Hazte Oír no dejan de jalear al mandatario por su deseo de vetar la iniciativa legal. Mientras la emisora de los obispos hace un llamamiento a Tabaré Vázquez porque “sólo” él puede “frenar el asesinato de los nonatos en Uruguay” ante lo que considera la ley de despenalización del aborto “más sanguinaria de su tipo en el continente”, Hazte Oír aplaude a la ministra de Salud del país, María Julia Muñoz, quien está dispuesta a corroborar el veto presidencial a la normativa. Y es que, según el artículo 137 de la Constitución uruguaya, si el Ejecutivo tiene objeciones u observaciones ante una ley, debe devolver el proyecto a la Asamblea General en diez días con la aprobación del titular de la cartera correspondiente.
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